CSIO Gijón | Un 'airbag' para los jinetes

Sin ir más lejos, uno de los principales elementos de seguridad que se empieza a ver con más frecuencia en los concursos hípicos es el chaleco 'airbag'. Compone junto con el casco, ya obligatorio, una prenda para proteger al jinete ante una aparatosa caída.

Una vez subido en el caballo ha de enganchar el chaleco a la cabalgadura por un cable elástico. Si se produjera la caída se activaría un mecanismo que dispara un cartucho de aire comprimido que permitiría amortiguar el impacto, minimizando sus consecuencias. El tiempo que tarda en hinchar es de medio segundo.

El material más común para la composición de estos chalecos es el nylon y el poliéster, ligeros y resistentes para dar un 'extra' al deportista y soportar la abrasión que puede producir una caída.

De origen japonés, este instrumento se empezó a utilizar en 2008 después de que se popularizaran en los pilotos de motociclismo unos años antes. Empezaron siendo muy rudimentarios y en todos estos años han ganado sobre todo en maniobrabilidad

Este sistema de protección hípica tiene, además, múltiples ventajas. La activación del airbag es totalmente automática. El jinete solo debe preocuparse de conectar el sistema al subir a la montura, y desconectarlo antes de bajar. Por supuesto, si se olvida de desconectarlo al bajar del caballo, el chaleco saltará, por lo que conviene automatizar el movimiento, tal y como se realiza con el cinturón de seguridad en un automóvil.

Si se sufre una caída, debe revisarse que el chaleco no haya sufrido daños. Si el chaleco está en buenas condiciones solo habrá que sustituir el cartucho de aire comprimido por uno nuevo, con el consiguiente ahorro.

Estos cartuchos, pueden ser recargados de manera particular. El jinete deberá reemplazar el cartucho después de cada accidente por uno nuevo y no caduca. Otra condición necesaria es que el chaleco debe ir por fuera de la vestimenta, para permitir así un hinchado rápido y completo en caso necesario.

En cuanto al peso total de los chalecos oscila entre lo 0,85 kg y 1,5 kg. Jinetes experimentados afirman que apenas lo notan cuando lo llevan puesto, pero que les da una confianza extra.

Esta garantía no solo ayuda a profesionales de la equitación a desarrollar su trabajo, también es muy útil para todos aquellos que están empezando, ya sean niños, jóvenes o adultos.

Otra cosa en la que coinciden los usuarios de este chaleco es que una vez se han caído de su caballo mientras usaban el chaleco no vuelve a montar sin él. Se hace imprescindible para la buena práctica del deporte, dada la seguridad que ofrece a los usuarios.

Los chalecos con airbag insuflan parte de esa confianza necesaria en los jinetes y las amazonas de todas las edades, que le pierden el miedo al caballo y a la caída, y toman el control de la situación en momentos en que en otras circunstancias probablemente se paralizarían.

S e supone que el desarrollo será aún mayor con la evolución de la tecnología y ya se empiezan a ver algunos reflectantes para rutas nocturnas o por vías con poca visiblidad.

En cuanto al casco, se recomienda que después de un accidente se descarte el casco golpeado y se reemplace por uno nuevo, ya que un casco deformado no protege con la misma eficacia.

Los golpes en la cabeza no son los únicos culpables de las lesiones más graves. Los golpes en el torso (tanto en la parte delantera como en la trasera) y, en especial, en la columna vertebral, tienen a menudo consecuencias nefastas para el jinete.