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EDUARDO ALONSO
TRASONA.
Jueves, 6 de mayo 2021, 01:56
La nueva piragua de la firma Nelo, la que dará flotabilidad al K-4 español en la cercana Copa del Mundo de Szeged y en los Juegos, la gran prioridad para el equipo español, llegó ayer, a primera hora y bien embalada en un remolque, al centro de Tecnificación Deportiva de Trasona. Y durante su primera toma de contacto con el agua, una vez sus 'inquilinos' la descargaron y ajustaron medidas y posiciones, siempre bajo la mirada y la colaboración del técnico luanquín Miguel García, demostró que es fiable, que no se rompe, que presume de eficiencia y que, en manos de Saúl Craviotto, Marcus Cooper Walz, Carlos Arévalo -estos dos han intercambiado sus posiciones- y Rodrigo Germade, además vuela.
En el piragüismo, como en muchos otros deportes, nada queda al azar. Todo ajuste, toda innovación, son décimas menos en el trono final. Cada barco, fabricado en Portugal y valorado en unos 10.000 euros, es producto de un ensamblaje coral, pendiente, además, del ingenio técnico de los rivales. Porque, en el breve espacio de tiempo que la separa de la Copa del Mundo, la próxima semana, y de los Juegos, a partir del 24 de julio, ya no habrá tiempo para cambios sustanciales.
De hecho, la piragua 'bautizada' ayer -«hemos personalizado el peso y el volumen del casco y ellos van cómodos, con un mejor rango de movimiento», señaló Miguel García- viajará a Hungría y desde allí se enviará, a continuación, a Japón. Una segunda ya se encuentra en el puerto de Valencia, camino hacia Tokio. Y una tercera se quedará en Trasona para continuar con los entrenamientos.
Los mejores atletas de larga distancia del mundo atraviesan los caminos de tierra de Kenia. Hay países que, a lo largo de la historia, han conformado sus triunfos deportivos en disciplinas concretas. Algo parecido le pasa a España con el piragüismo. Tiene palistas extraordinarios. Pero solo pueden ir cuatro. De hecho, el técnico Miguel García despejó ayer un interrogante: «Arévalo competirá en el K-1 200, pero como Saúl no pica para abajo, sino para arriba, intentaremos sacar una segunda embarcación con él». «La prioridad es el K-4. Esto lo veo como un plan 'B'. Siempre que no afecte a lo principal y si se opta por fecha y horario a salir con la K-1 y a ponérselo difícil a Arévalo, que es el número 1, saldremos a ver qué pasa», añadió, por su parte, el cuádruple medallista español.
Lo importante es el trabajo sin descanso. Muchas horas acumuladas sobre el agua y en el gimnasio para arañar centésimas valiosas. «Centramos nuestro foco en Alemania, pero hay cinco o seis rivales más», advirtió el técnico. La embarcación de K-4, la especialidad más técnica del piragüismo, ya navega en aguas tranquilas. Atrás queda la calma tensa terrible que, después de recrudecerse día tras día, terminó ella misma por apagarse.
El piragüismo fue el deporte que más medallas de oro dio en los últimos Juegos. Craviotto es un hombre perseverante, que mantiene sus ideas fijas. «A nivel nacional hemos competido, pero no es lo mismo tener a un ruso o a un húngaro a tu lado. A ver cómo reaccionamos», señaló. «Queda semana y media para Hungría. Será la toma de contacto. Ya no habrá marcha atrás», precisó.
Saúl Craviotto será con casi toda seguridad el abanderado español. Aunque no el único. «Mi nombre está sobre la mesa. Solo me han confirmado que habrá un doble abanderado. Un hombre y una mujer. Tras ir a unos Juegos y sacar una medalla, la felicidad, la cima del olimpismo, sería ser abanderado», se le escuchó.
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