'Chechu' Rubiera ya tiene relevo

«Me gustaría que llegaran a ser tan felices como yo lo fui con el ciclismo, pero la decisión la tendrán que tomar ellos con catorce o quince años. Por ahora solo debe ser un juego». El exciclista José Luis Rubiera, 'Chechu' (Gijón, 1973), disfruta con sus hijos Noah y Axel, de 9 y 7 años, respectivamente, en el circuito de Las Mestas los fines de semana. Dan pedales por la inercia de vivir rodeados de las bicicletas, fotografías y multitud de recuerdos que guarda su padre en su casa familiar, ubicada en la aldea sierense de Muño.

Noah y Axel se inscribieron el curso pasado como alumnos del Colegio Público Hermanos Arregui de Pola de Siero en los Juegos Deportivos y participaron en algunas pruebas de su calendario. Sin embargo, parece que ahora se lo han tomado un poco más en serio. De hecho, tras enfundarse decididamente el maillot de Las Mestas, club en el que se formó su padre, tienen previsto participar al menos en tres carreras.

No obstante, 'Chechu' Rubiera, corredor profesional desde 1995 a 2010, con dos 'top 10' en la general y dos victorias de etapa en el Giro de Italia, tiene claro que «el ciclismo, a estas edades, tiene que ser una diversión, como jugar al escondite». Además, sus hijos practican otros deportes, como el duatlón, y realizan actividades como la robótica, por lo que comparten varias ocupaciones de ocio.

«Nos gusta mucho andar en bici», aseguran en su encuentro con EL COMERCIO. Noah, el mayor de los dos, cuando se le menciona la posibilidad de convertirse algún día en corredor profesional como lo fue su progenitor, reconoce, aún de la lejanía que marca su edad, que «claro que me gustaría, pero dudo que pueda conseguir todo lo que logró mi papá».

A 'Chechu', por supuesto, le ilusiona la posibilidad de que sean ciclistas en un futuro, pero hace hincapié en que lo importante es que «cuando llegue el momento elijan lo que de verdad les apasione. Como si es el rugby, por ejemplo». «Me da igual el deporte que escojan», puntualiza.

Bajo la atenta vigilancia de su padre, las potencialmente futuras estrellas de Las Mestas se divierten dando pedales mientras observan con gran admiración a su padre. Al que fuera también 'top 10' en la Vuelta a España, le provoca buenas sensaciones el interés que muestra Noah últimamente por el deporte de las dos ruedas.

«Me pregunta cosas sobre carreras o sitios en los que estuve y sabe diferenciar el material, porque distingue unos frenos Shimano de unos Campagnolo», subraya Rubiera, que recalca su mensaje: «Es muy pronto para meterles tanta bici, deben hacerlo cuando les apetezca y tiene que ser una diversión».

De momento, tanto Noah como Axel tienen previsto correr tres carreras escolares en 2020, en las que, a buen seguro, progresarán mientras su padre se ilusiona con verlos algún día en el pelotón internacional, en el que él estuvo en primera línea más de tres lustros.

Por su parte, Chus Rodrigo, director de Las Mestas, se muestra encantado con ver a 'Chechu' «aquí con los críos» y sueña también con que en un futuro «puedan ser tan buenos ciclistas y personas como él». Al veterano director del club gijonés, destacado por sacar a un nutrido grupo de profesionales en las últimas décadas (Dani Navarro, Carlos Barredo, Luis Pasamontes e Iván Cortina), esa imagen le trae recuerdos de cuando el excorredor daba sus primeras pedaladas.

Rodrigo pone de relieve el lado humano de 'Chechu' Rubiera. «El primer día que vino a entrenar atropelló a un niño que se estrenaba bicicleta y se pasó el día llorando», recuerda el técnico, que explica que este curso en Las Mestas también se ha inscrito el hijo del ciclista leonés Javier Pascual, que coincidió con 'Chechu' Rubiera en el Banesto aficionado antes de dar el salto al pelotón internacional.