«La cantera de la hípica asturiana está en una rampa de proyección increíble»

–¿Cuál es el primer pensamiento que le viene a la cabeza cuando le hablan de Las Mestas?

–Ilusión.

–¿Por qué?

–Estamos hablando de un concurso emblemático en España y también a nivel mundial. Es un clásico del calendario. Y digo ilusión porque así se espera en el calendario. Lo esperan los deportistas, la ciudad, los organizadores y el público. Todos con muchas ganas.

–¿Ve con buenos ojos la apuesta de Gijón por un concurso de menor categoría pero con un carácter más popular?

–Gijón tiene un CSI de cuatro estrellar. Eso ya supone una alta dimensión internacional. Si se refiere a recuperar el CSIO, eso estaría reñido con el carácter diferencial que tiene Gijón con su publico que viene por las apuestas. El que viene al hípico viene a disfrutar.

–Antes todo era compatible.

–El formato del CSIO no lo admite. El deporte evoluciona a un ritmo vertiginoso y la Federación Ecuestre Internacional ha constituido algo así como una Champions League de acuerdo al ranking de los países. El formato de Gijón no cabría en ese nuevo escenario. Dicho lo cual, el Hípico de Gijón tiene tras de sí una historia increíble y es una modelo fantástico.

–Es inevitable echar de menos la disputa de la Copa de Naciones.

–El sabor que tiene para mí una Copa de Naciones y los nervios que se pasan los deportistas no es igualable a nada. Lo que ocurre es que ahora mismo España ocupa el puesto 15 del ranking y la liga de primer nivel, donde están las Copas de Naciones, está reservada para los diez mejores.

–Es un reto complicado devolver España a esa categoría.

–Tenemos que intentarlo. España puede estar en esta primera división. Tenemos cuatro años por delante y contamos con una gran cantera por lo que siempre hay que pensar en grande.

–El hecho de que el nivel de participantes de Las Mestas no sea el de antaño también es una suerte para ver a jinetes nuevos que no tendrían opción de participar por ranking.

–Hay muchas competiciones en el calendario y hay deportistas para todas esas pruebas. Aquí hay muy buenos competidores y jinetes rapidísimos. Además de la gente que viene empujando fuerte desde abajo.

–Precisamente le quería preguntar por eso. ¿Qué le transmite la cantera asturiana?

–Pues te diría que están en una rampa de proyección increíble. Tenemos a Olivia, una campeona de Europa juvenil a nivel indivual, y una plata por equipo con la presencia de Pablo, además de la mencionada Olivia. Es muy importante la función que desarrolla la federación autonómica y la labor que se hace tiempo desde los clubes y las escuelas, con la iniciación a los ponys desde la base. A eso hay que añadir la implicación de jinetes de primer nivel, que conocen los entornos europeos y que están trabajando como entrenadores.

–Es inevitable preguntar por el desempeño de España en los Juegos. Al margen del mar de fondo que hubo, ¿asume que fue una decepción?

–Fue un espectáculo muy poco gratificante del que espero saquemos cosas positivas. En Los Angeles 2028 espero que no se repita las misma situación que ha ocurrido en París.

–¿Qué intentará cambiar con usted a partir de ahora?

–No soy de cambios radicales, soy de evolucionar y adaptarse a la situación del momento. La dinámica y el carácter de uno hace que te condicione el desarrollo profesional. Hay que escuchar a los deportistas, tratar de atender sus peticiones y encontrar puntos de unión.

–¿Sergio Álvarez Moya forma parte de los planes de futuro?

–En los planes de futuro está todo el mundo.

–El pasado martes se abrió el proceso electoral, ¿Qué ocurrirá con la hípica española?

–Saldrá del proceso el mejor elegido. Yo trabajo para el equipo de Javier Revuelta y espero que sea reelegido. Tras las elecciones espero seguir con un buen proyecto que mantenga el crecimiento y el impulso del deporte.