Secciones
Servicios
Destacamos
josé luis calleja / belén g. hidalgo
Miércoles, 20 de mayo 2020, 03:08
Arranque de temporada madrugador, pero también sin precedentes. La temporada del salmón regresó sin demasiado ambiente en las orillas. Y sin muchos pescadores, la pesca transmite menos. La deja semidesnuda, expuesta nada más que a la destreza de sus protagonistas. La primera jornada en los ríos se desarrolló, pues, con escasa alegría –era día laboral y sigue vigente la prohibición de viajar entre autonomías–. Lo hizo, además, con seis semanas de retraso y sin el habitual componente festivo que conlleva la tradicional subasta. Pero, aun así, no faltó emoción por la lógica expectación que provoca conocer quién saca el campanu, apagada, en parte, por la crisis sanitaria reflejada por las mascarillas que cubrieron los rostros y por un campanu barato –2.000 euros por los 10.000 que se pagaron el año pasado–, aunque con un destino solidario.
El ovetense Íñigo Fernández Amantegui, 'Rodapín', se había posicionado en el Narcea en el póquer de favoritos para hacerse con el campanu. También el cangués Josechu Fierros, que logró el del Sella, el segundo de una jornada saldada con doce ejemplares.
El pescador carbayón, «un obsesionado del salmón», echó a tierra, a cebo, en El Güeyu, el primer salmón de 2020 a los veinte minutos de levantarse la veda –llevaba allí desde las 5.45 horas–. Fue controlado por la guardería a las siete y nueve minutos. Poco antes de una cita médica para corregir una cataratas que pospuso, precisamente, para acercarse a la ribera del Narcea.
Noticia Relacionada
El pez, de 78 centímetros de longitud, pesó 5,305 kilogramos. «Se resistió. Lo levanté a la tercera varada, tras hacerme una herida en el dedo, y eché a correr como un Sputnik para el precinto», explicaba, con su mascarilla en la cara, un radiante Rodapín. Es su tercer campanu tras los que logró en el Deva (2008) y el Cares (2015). Una carrera, sin duda, de fondo porque, diez minutos después, se presentó en Cornellana un salmón pescado en El Zarro.
En una mañana que amaneció con niebla, cayó a renglón seguido el segundo campanu. Corrió a cargo de José Manuel Fierros Mori, 'Josechu', que lo pescó en el Sella poco después. A las siete y veinticuatro minutos. El ejemplar, levantado a cebo natural, registró un peso de 4,630 kilos y fue prendido en el coto parcial de los Espigones de Triongo, próximo a Arriondas.
El afortunado ribereño, sobrino del popular José Manuel Mori Cuesta, 'el Marqués', estuvo acompañado por 'Cuco' Mori, hermano del conocido ribereño cangués. «Mi tío sacó un montón y 'Cuco', que me ayudó muchísimo a meterlo en la sacadera, que acabó rompiéndose, también, por lo que solo faltaba yo en la familia», dijo. El ribereño, que había lanzado la caña en varias ocasiones, estaba seguro que «lo podía conseguir porque el río estaba muy bueno».
A continuación fue el turno del Cares. El primer ejemplar de la cuenca fluvial que divide Asturias y Cantabria tuvo como protagonista al saregano Francisco Javier Rimada, que dio muerte al pez a las ocho de la mañana. El salmón, pescado en el coto parcial de La India, a cucharilla, ofreció un peso de 7 kilogramos en el precinto de Siejo (Cares).
Por su parte, el Eo y el Esva, en el occidente, no registraron capturas y, por lo tanto, se quedaron sin su respectivo campanu en este primer día de pesca sin precedentes. La jornada inaugural, que abrió la veda de la trucha al mismo tiempo en ríos de alta montaña y en zona salmonera, se completó con dos ejemplares más en el Narcea, seis más en el Sella y otro en el Cares.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Nuestra selección
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.