David Méndez: «Veníamos de un rugby casi prehistórico y ahora disfrutamos de uno moderno»

«La evolución es espectacular. Veníamos de un rugby casi prehistórico y ahora podemos disfrutar de un rugby moderno, de muchísima velocidad y continuidad. Televisable, además, como producto. Así que la diferencia es abismal. También ver cómo ha ido creciendo el club, una evolución que se ve en los días de partido, viene más gente y el ambiente que se consigue es una auténtica gozada», asegura a LA VOZ David Méndez antes del último partido del Pasek Belenos en casa.

A mediados de los 2000, a Méndez le tocó lidiar con un equipo un tanto rebelde. «Aquel Belenos era muy divertido como grupo humano. Todos los jugadores estaban en torno a la treintena, sin que hubiese llegado al club cualquier atisbo de profesionalidad. Jugábamos lo justo comparándolo con el nivel que tenemos hoy, pero llegar a dirigir a aquel grupo sí que fue algo bastante potente», recuerda con cariño.

En aquellas campañas de primera nacional casi siempre se disputaba el campeonato del grupo liguero con el CRAT de La Coruña dando paso a las eliminatorias para tratar de subir. «Fuimos mejorando poco a poco. Nos metíamos en las fases de ascenso, pero no nos daba para ascender sobre todo por falta de experiencia en esos partidos. Nos cruzamos contra Gernika y Gaztedi de Vitoria compitiendo, pero siendo inferiores y, luego, los dos años de Jaén y el ascenso contra Arquitectura y Sant Cugat, con el ascenso a División de Honor B, pues ya fueron los mejores partidos de nuestra época. Un premio a un equipo que evolucionó de forma natural con el paso de las temporadas. En Sant Cugat jugamos a un nivel que muy pocas veces conseguimos, muy eficaz, sin apenas errores, consiguiendo una renta buena de puntos que amarramos en la vuelta. Aquí no salimos bien, pero en la segunda parte lo arreglamos y pudimos ascender delante de nuestro público. Un espectáculo, una sensación increíble. Ya el ambiente de la eliminatoria anterior venciendo al Arquitectura casi en la última jugada había sido fuera de lo normal», narra sobre aquella etapa histórica.

Docente en educación física, Méndez sigue dándole a la zapatilla y siguiendo al Pasek Belenos. «Ahora me dedico a correr por el monte. Siempre ligado al deporte y siguiendo los partidos que puedo aquí en el campo y por las retransmisiones de streaming. No me pierdo ni uno», asegura a este periódico.