José Perurena: «Asturias puede organizar unos Juegos Mundiales»

Perurena, que además es presidente de honor de la Asociación de Amigos de Dionisio de la Huerta, hizo un repaso de la relación entre los Juegos Mundiales y Olímpicos, en una interesante conferencia que contó con la presencia, entre otros, del concejal de Tráfico Pelayo Barcia, los presidentes de la Territorial de Piragüismo, Miguel Gallo, el del Comité Organizador del Descenso del Sella, Juan Manuel Feliz, y el de la Cámara de Comercio de Gijón, Félix Baragaño, además de veteranos grupistas, con su presidente, Lisardo Argüelles, a la cabeza. El presidente del Grupo Covadonga, Joaquín Miranda, agradeció a la Asociación de Veteranos de la entidad la «energía, intensidad e ilusión» demostrada en la organización de la conferencia.

Perurena, que aseguró sentirse en el Grupo «en casa» y «entre amigos», desplegó toda su didáctica para explicar cómo la Agenda 2020 del Comité Olímpico Internacional, impulsada por el entonces presidente, el alemán Thomas Bach, influyó, no solo en el programa olímpico actual, sino también en los Juegos Mundiales y al trabajo de las federaciones internacionales.

Esta Agenda 2020, que se aprobó en la asamblea del COI en Mónaco, en 2014, estableció un tope de 10.500 atletas, 5.000 entrenadores y personal de apoyo para los deportistas y 310 eventos para cada cita olímpica, además de exigir la paridad entre hombre y mujeres participantes, «lo que obligó a quitar pruebas masculinas y aumentar femeninas».

«También se introdujo la palabra 'aproximadamente' para que hubiera un poco de flexibilidad, pero la organización de Brisbane de 2032 ya ha dicho que no permitirá superar esos límites», comentó Perurena, que participó en este proceso de elaboración de la Agenda 2020 como presidente de la Federación Internacional de Piragüismo. Así, pudo poner de ejemplo cómo el cupo de eventos –las pruebas deportivas– dejó fuera disciplinas de ese deporte, como el maratón, que ahora están en los Juegos Mundiales. También puso el énfasis Perurena en que en el origen de estos cambios estaba «la preocupación del COI al ver cómo los jóvenes se desligaban del deporte olímpico y cómo ganaban audiencia las competiciones de tiempos cortos y dinámicas que se seguían por 'streaming'». Puso de ejemplo el kayak cross, modalidad olímpica en París por primera vez. «Tuvo más audiencia en jóvenes que cualquier otra disciplina del piragüismo», dijo.

En ese entrar y salir de pruebas del programa olímpico es donde cobran un papel fundamental los Juegos Mundiales, que se celebran al año siguiente de los Olímpicos y en el que solo pueden participar federaciones olímpicas con disciplinas olímpicas o las reconocidas por el COI, que no están en los Juegos. «Hay deportes que transitan de los Juegos Mundiales a los Olímpicos», señaló Perurena, que puso como ejemplo disciplinas como el parkour o el lacrós, que formarán parte del programa de Los Ángeles 2028 tras años en los Juegos Mundiales o el rugby 7, el triatlón o el voley playa, que se consolidaron ya como deportes olímpicos definitivamente.

Los próximos Juegos Mundiales serán en agosto en la localidad China de Chengdú, «una ciudad de más de 20 millones, casi como toda Asturias de tamaño y con distancias de hasta 70 kilómetros entre sedes». «Se podrían hacer unos Juegos Mundiales entre Gijón, Oviedo y Avilés perfectamente», animó Perurena, que aseguró que la tendencia actual es conceder la organización a varias localidades de una región. «En 2029 serán en la ciudad alemana de Karlsruhe, pero implicando varias localidades», agregó. Perurena también señaló, como algo «muy importante», que en esta cita deportiva «solo utilizamos instalaciones existentes y temporales», lo que influyen en el menor coste organizativo.