Borrar
El Club Deportivo Olimpia, con una historia de éxitos a su espalda, mantiene la ilusión que hace treinta años llevó a su fundación
Baile sobre el tapiz

Baile sobre el tapiz

El Club Deportivo Olimpia busca chicos y chicas que quieran practicar esta disciplina

noelia G.arnedo

Martes, 16 de mayo 2017, 04:58

Gerardo Morán, expresidente y socio fundador del Club Deportivo Olimpia, ya luce algunas canas y Susana Menéndez, ex gimnasta y campeona de Asturias es ahora una de las entrenadoras de la entidad. El resto se mantiene prácticamente igual que hace unos 30 años. De hecho, la misma ilusión con la que Gerardo y otros amigos suyos montaron este club para sus hijas allá por 1986 se sigue respirando hoy día en el ambiente. Motivos no les faltan. Y es que han conseguido algo más importante que el éxito de un día: mantenerse en el tiempo.

«Las cosas se hicieron bien desde el principio y eso es lo que ha permitido que el Olimpia continúe funcionando. Los miembros de la junta directiva no miraban solo por sus hijas, miraban por la asociación», asegura Verónica Menéndez. Nadie mejor que ella lo sabe tan bien. Sobre todo porque lleva desde el principio en el club gijonés (exceptuando los cuatro años que trabajó como entrenadora de la selección asturiana).

Con apenas 17 años ya había hecho sus pinitos como gimnasta a nivel internacional y obtenido el título de entrenadora, una profesión que lleva ejerciendo desde entonces. «Los padres, cuando sus hijas van creciendo, tienden a dejar el club. Gracias a que las bases que se fijaron en su día eran sólidas, hemos sabido resurgir y que el Olimpia no se perdiera», señala.

Club pionero

Celebridades de este deporte como la olímpica Carolina Rodríguez o el campeón de España en modalidad masculina en nueve ocasiones, Rubén Orihuela, han pasado por el tapiz gijonés en las distintas concentraciones que se han organizado desde el club con un objetivo: que las niñas del Olimpia aprendieran mientras disfrutaban de la gimnasia rítmica. «Si los entrenamientos eran duros, imagínate las concentraciones El doble de duras dice Susana, pero merecían la pena. La evolución que experimentaban nuestros cuerpos en una semana era espectacular, del 100%».

El club Cuenta, a día de hoy, con treinta niñas, que se entrenan dos veces a la semana, los martes y los jueves, en el Pabellón de la Arena. Pero sus responsables buscan aumentar esa cifra, tanto de chicas como de chicos con una disciplina deportiva que enamora.

«Los mejores momentos de mi vida los he pasado entrenando en el Olimpia», subraya la ahora entrenadora. «Cuando estoy en el túnel con mis niñas todavía recuerdo esos nervios que yo pasaba esperando a que dijeran mi nombre. Siempre pensabas que se te iba a olvidar algo o que no te iba a salir bien ese lanzamiento que tanto te costaba en los entrenamientos. Cuando terminabas y te dabas cuenta de que lo habías logrado, era como si se te quitaran quince kilos de encima», apunta entre risas.

En 1988 y con apenas 12 años se proclamó campeona de Asturias y se clasificó para las finales de la competición nacional que ese año se disputaron en Lloret de Mar. A su corta edad ya sabía muy bien lo que era la disciplina. «Tenía que trabajar duro para conseguir lo que quería, mejorar como gimnasta, sin descuidar los deberes del colegio».

Recordando buenos tiempos

1988-1989 y 1990-1991. En esas dos temporadas, el Olimpia fue uno de los clubes asturianos más fuertes, consiguiendo podio en todas las categorías, desde hasta juveniles. Además, fue el primer club asturiano en pasar a unas finales en un campeonato a nivel estatal.

Pero más allá de las medallas y de las ovaciones, tanto Gerardo, Susana como Verónica reconocen que la gimnasia rítmica aporta «cosas realmente buenas a quienes la practican». «Es cierto que es sacrificada reconoce Verónica, pero aprendes un montón de cosas: a gestionar tu tiempo, a tener responsabilidades Además, te ayuda a trabajar el tono muscular y te enseña a moverte y a expresarte con el cuerpo».

Su propósito: dar a conocer un deporte que la gran mayoría únicamente ve a través de la televisión y «cada cuatro años». Como dice Susana, «no importa si una es más gordita o más bajita que el resto. Todo el mundo puede practicarlo. Lo importante es que sean felices, de la misma manera que lo fuimos nosotras».

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio Baile sobre el tapiz