«Quizás cuando vea las Olimpiadas me vuelvan a entrar ganas de competir»

David Cal (Vilariño, 10-10-1982), el deportista español con más medallas olímpicas, abandonó la canoa el 27 de marzo de 2015. Se apeó año y medio antes de otra nueva oportunidad olímpica. Se había mudado a Brasil con su entrenador de toda la vida, Suso Morlán, para preparar los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, pero no repitió las mismas sensaciones que cuando empezó a remar en el Club de Mar Ría Aldán en Cangas de Onís. Desde su retirada se ha dedicado a actividades anteriormente prohibidas (descensos en bicicleta de montaña) o poco recomendables ('churrascadas'). Finalmente ha decidido aceptar una oferta de la Universidad Católica de Murcia (UCAM) para ayudar en el Centro de Alto Rendimiento de la institución, estudiar una carrera y retomar la costumbre de hacer ejercicio. «Intentaré crear una rutina para hacer una actividad física, porque si no me pondré muy grande», bromeó en su presentación antes de atender individualmente a las preguntas sobre su cambio de vida.

¿Cómo fue el primer día que se despertó como deportista retirado?

Pues la verdad es que no lo recuerdo. Sí que durante un tiempo al principio eran días un poco extraños porque tenía la sensación de la responsabilidad de que tienes que entrenar, pero por otra parte te decías: 'No, ya no tienes que entrenar'. Te levantas para ir a entrenar, que es tarde (mira al reloj)... 'No, no importa', te recuerdas. Es una contradicción.

¿Le costó reemplazar sus rutinas?

Tienes que cambiar el chip, empezar a pensar de otra cosa distinta. Eso era parte del tiempo de desconexión. Quería de levantarme y no tener la preocupación de ir a entrenar y luego por la tarde y al día siguiente y al día siguiente. Ha venido muy bien sobre todo psicológicamente. He desconectado perfectamente y en esta etapa de la vida toca retomar de una manera distinta.

Usted es el deportista español con más medallas olímpicas y la presión siempre le llegaba de manera puntual cada cuatro años. ¿Es difícil de manejar?

Seguramente que la gente que lo ha vivido lo comprende. Habrá otra que se haga una idea y otra que no sepa a lo que se somete a los deportistas. Al fin y al cabo yo me tenía que preparar durante cuatro años para una prueba que duraba cuatro minutos. Si hay algo que falla, algo mal, la siguiente Olimpiada es en cuatro años y has perdido cuatro años y otro ciclo olímpico, así que en total son ocho años (abre mucho los ojos para transmitir que es un largo período). Entonces es complicado, porque yo por lo menos soy un tío al que le gusta hacer las cosas bien, siempre intentar trabajar lo máximo y hacer las cosas de la mejor manera posible.

¿Qué no le gustó de Brasil?

Fue un cúmulo de cosas. Al final me había costado tomar la decisión de afrontar el nuevo ciclo olímpico, pensaba que iba a tener las ganas para afrontarlo. Brasil pintaba un sitio bonito para entrenar, era el país organizador y al final no me veía con tantas ganas, me veía lejos de casa, no tenía esa motivación o esas ganas que tenía en otros ciclos olímpicos y son un cúmulo de cosas que te van restando. Y para ir a una Olimpiada para ser finalista... para eso no me veía con ganas (sonríe).

¿La tradicional nostalgia gallega?

Un poquito de morriña tiene que haber siendo gallego porque existe, pero la verdad es que ha desembocado en que haya dejado la competición. Ahora mismo no me arrepiento. Quizás cuando vea las Olimpiadas, cuando vea a la gente con que competía, sí que me entrarán esas ganas, pero ahora mismo me veo bien. Creo que he tomado la decisión acertada y vamos a ir para adelante.

¿Irá como espectador a Río 2016 o sería demasiado duro?

(Suspira) Por una parte me apetecía ir a verles, pero por otra parte no, porque seguro que voy a sufrir allí más que aquí.

¿Sigue en contacto son Suso Morlán?

Con Suso hace un tiempo que no hablo, un par de meses. Hace un par de semanas hablé con uno de los compañeros de Brasil porque seguimos teniendo contacto.

Esos brasileños que prepara su antiguo entrenador sí que son favoritos para medalla.

Brasil sobre todo en la modalidad de canoa tiene muchas posibilidades de conseguir medalla. No una, sino tres. Que las puedan conseguir o no es cosa de ellos, porque opciones y posibilidades las tienen y ganas las van a tener. Tres medallas de las tres pruebas de canoa las van a sacar.

¿Y los españoles?

España (pausa para reflexionar)... está un poco más complicado. En la prueba que yo hacía está sin clasificar. El C1 200 (metros) está sin clasificar, pero creo que en la repesca lo van a hacer, Sete Benavides, yo creo que tiene opciones de medalla en la Olimpiada. En el C2 también queda por clasificar y a ver si lo consiguen, pero aun consiguiéndolo lo van a tener complicado.

¿Se ha olvidado de su canoa?

No, no. Está en el Aldán. Sigo vinculado con el club. De vez en cuando voy por allí a ayudar. Este verano estuve yendo por allí dos meses y pico todos los días porque se fue el entrenador y les estuve echando una mano. Del todo no me desvinculé, me gusta, y aunque no me gustaba tanto en esta última etapa la parte de la competición o la preparación para esto el mundo del piragüismo sí me gusta.

Ahora se marcha a trabajar en la UCAM. ¿Cuáles vas a ser sus tareas?

Voy a estar vinculado a dos clubes de piragüismo que tienen para prestar ayuda y para todas las necesidades que tengan para intentar ayudar. También voy a estar en el departamento de Deportes y voy a empezar a estudiar algo porque tenía esa parte de los estudios un poco abandonada.

¿Usará el mismo método que Suso?

Voy a cambiarlo un poquito, el otro es muy estricto (sonríe). El mío va a ser estricto pero no tanto.