Los fotógrafos homenajean a Joaquín Bilbao

Los fotógrafos pisaban el césped de Las Mestas cuando se acercaban las siete de la tarde. Ese césped que durante los últimos seis días se había convertido en su segundo hogar. Pero por primera vez sus cámaras no estaban listas para disparar. El objetivo era rendir homenaje a uno de los compañeros con el que compartieron largas jornadas en el recinto deportivo gijonés.

Los encargados de retratar todas las pruebas que se han celebrado en el Concurso Internacional de Saltos Oficial (CSIO) de Gijón en la recién finalizada edición quisieron rendirle homenaje al gran ausente de este año, Joaquín Bilbao. En un acto cargado de simbolismo, los compañeros del fotoperiodista de EL COMERCIO fallecido el pasado mes de enero obsequiaron a sus dos hijas, Sara y María Jesús, con el tradicional peto azul con el que los fotógrafos inmortalizan el devenir competitivo del concurso de saltos.

Tras recibir el obsequio, todo fueron besos y abrazos. Muestras de cariño para las dos jóvenes como forma de honrar el legado de su padre en un escenario deportivo que retrató cada mes de agosto ininterrumpidamente desde 1999 hasta el pasado año. Dieciséis ediciones en las que el fotoperiodista retrató con celo tanto la vertiente deportiva como la trastienda del concurso, ejerciendo también la labor de documentalista y moviéndose con inusitada soltura por todas las instalaciones de Las Mestas.

Después las cámaras hicieron acto de presencia y todos los fotógrafos invirtieron su rol y se colocaron delante del objetivo para tener un recuerdo del momento. Un recuerdo que permanecerá siempre en la memoria de los jóvenes. «Un peto lo vamos a enmarcar y el otro irá para mi abuela y mi tía», confesaba la joven Sara respecto al obsequio.