Serge Gnabri y Nils Petersen.

Un España-Malta a la alemana

Alemania necesitaba golear a Fiyi por nueve goles y lo logró con un 10-0, la mayor goleada en unos Juegos -desde un Egipto 10-0 Corea del Sur en 1964- lo que unido a la derrota de México provocó el adiós de los mexicanos y la primera eliminación de la historia en grupos del vigente campeón

A.G.

Jueves, 11 de agosto 2016, 23:29

Parecía casi imposible, pero sucedió. Competiciones distintas y 32 años de diferencia pero el milagro sucedió. Alemania debutó con un empate a dos con México, campeona en Londres, y después empató con Corea en un espectacular duelo (3-3). El cuadro azteca, aunque se llevó un susto en el segundo partido al comenzar en desventaja con la débil selección de Fiyi, la más vapuleada del torneo masculino, se impuso por 5-1. La jornada final era clara: Corea, con 4 puntos y que había goleado 8-0 a Fiyi, no podía acordar un empate con México porque uno de los dos podía quedarse fuera si los teutones goleaban a Fiyi por una diferencia superior a nueve goles. Alemania cumplió, el corpulento delantero Nils Petersen hizo cinco goles para dejar fuera a México, que perdió su corona de Londres-2012 al caer 1-0 ante Corea del Sur, líder del Grupo C y que en cuartos de final se enfrentará en la a Honduras, segundo del Grupo D y que venía de eliminar a Argentina. Los teutones, al ser segundos, se medirán en cuartos con Portugal y el mismo día la Nigeria de Etebo con Dinamarca.

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Alemania debe agradecer los servicios prestados por el jugador del Friburgo pues sin sus goles a los 14, 33, 40, 63 y 70 minutos el triunfo por 10-0, ante una Fiyi que recibió 23 goles y apenas anotó uno, no hubiera sido posible.

Quizá Petersen y Etebo, que hizo cuatro de los cinco goles que las Súper Águilas endosaron a Japón en un explosivo estreno que terminó 5-4, ignoren que un antepasado futbolístico, Bernd Nickel, de la República Federal de Alemania, marcó cuatro goles en el 7-0 propinado a Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Múnich72.

En otras palabras, el récord goleador de Nickel necesitó 44 años para ser superado por Petersen, que ha quedado a medio camino de los diez goles que el danés Sophus Nielsen marcó a Francia en la victoria por 17-1 en los Juegos de 1908 o de los que el alemán Gottfried Fuchs infligió a Rusia en la paliza por 16-0 en 1912.

Quizá el jugador nacido el 6 de diciembre de 1988 no tenga tanta pólvora en sus botas para igualar, al menos, esos registros. Pero seguramente ya hizo lo suficiente en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro para volver a casa y ser besado y abrazado en casa como los combatientes que vuelven de la guerra. Los Olímpicos de Río vivieron una noche gloriosa, similar a aquella de diciembre de 1983 en Sevilla entre España y Malta.

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