«Es una recompensa a todo el esfuerzo que ha hecho», afirma su esposa Celia

En el domicilio familiar, su esposa Celia vivió con nervios la cita de su marido, tras años de espera para hacer frente a una prueba para la que se habían preparado a conciencia. «En la semifinal estaba más tranquila, pero la final la he sufrido con mucha incertidumbre», comenta ya más tranquila, orgullosa de la plata conseguida. «Una alegría brutal», que afloró en su rostro tras el paso del kayak por la línea de meta.

«Han hecho un gran esfuerzo. Además han ido en cabeza toda la carrera, aunque no hayan logrado el oro es una plata que supone un subidón muy grande», afirma orgullosa.

Un logro que recompensa el sacrificio del deportista español con más medallas olímpicas (reconocimiento que comparte con su amigo David Cal), con la mente puesta siempre en entrenar y mejorar diariamente. «La preparación es muy exigente. Saúl sabe donde quiere llegar, es muy tenaz y lucha siempre por conseguir lo que quiere» cuenta su esposa, que ha vivido con él todo este camino.

Un legado que puede ampliar aún más en los Juegos Olímpicos de París en 2024, que serían los quintos en su cuenta personal, una circunstancia que ratifica su mujer Celia García. «Si el va a París va a ir a luchar por una medalla».