Los 'Hispanos' tienen siete vidas

La primera parte de España fue notable. Eso si, contó con un descomunal Gonzalo Pérez de Vargos. Tras el descanso costó mucho. Los minutos se consumían y los 'Hispanos' no cantaban un gol. Eso permitió a Croacia, de la mano de los talentosos Klarica y Martinovic, hacer la goma y estar siempre metidos en el partido.

El inicio esplendoroso de Gonzalo Pérez de Vargas y la claridad en ataque de Álex Dujshebaev e Ian Tarrafeta germinó una ventaja de cuatro goles. Dagur Sigurdsson, técnico islandés de Croacia, lo tuvo que parar y funcionó. Empate en el electrónico.

Pero esa España que tiene tantas vidas, sacó su garra competitiva y recobró la ventaja en el marcador. Volvió la ventaja y Pérez de Vargas, en un descomunal estado de forma, siguió apareciendo. En ataque el relevo lo cogieron Javi Rodríguez –apuesta en el pivote para Jordi Ribera en detrimento del asturiano Abel Serdio– y Dani Dujshebaev para abrir un parcial más que interesante al descanso (20-16). Apretó Croacia en la salida de vestuarios y su 0-3 relámpago volvía a colocar el partido en diferencias mínimas, que una contra de Klarica dejó en un puño (23-22). Esa amenaza de crisis fue aplacada por la eterna garra de Jorge Maqueda y el acierto en los siete metros de Aleix Gómez, pero la batalla existía.

Porque de nuevo Klarica sacó su brazo tras otro buen momento de Javi Rodríguez y Pérez de Vargas, devolviendo una pelea que penaliza cada fallo (28-27). Con la ventaja en el marcador, hubo nervios y precipitación. Error de Agustín Casado y vida para Croacia. Solo Pérez de Vargas, jugándose la cara en un mano a mano en seis metros, cortó las alas a Croacia. Sufrido y feliz triunfo de los 'Hispanos' que saben la receta para soñar a lo grande. Otra vez.