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Los compañeros de la Selección mantearon a Raúl al término del partido en reconocimiento a su trayectoria y al compromiso con el equipo nacional. EFE
Un broche de bronce para el gran capitán

Un broche de bronce para el gran capitán

El gijonés Raúl Entrerríos se despide del balonmano con 'los Hispanos' desde el podio olímpico

J. L. CALLEJA

GIJÓN.

Domingo, 8 de agosto 2021, 01:57

Raúl Entrerríos puso el broche final con el tanto que aseguró el triunfo de 'los Hispanos', una victoria que garantizaba el bronce olímpico. Fue la mejor forma de marcharse. El gijonés puso ayer final a veinte años de éxitos en la élite y lo hizo como protagonista. Ya lo fue en la remontada ante Suecia en cuartos y ayer volvió a ser un elemento diferencial para lograr la valiosa presea, que permite a una generación despedirse desde el podio olímpico. Así, los dobles campeones de Europa y medallistas en los últimos cuatro torneos continentales cierran un ciclo brillantísimo. Un palmarés extraordinario para un grupo comandado por el gran capitán, que ha tomado la responsabilidad dentro y fuera de la pista cuando las cosas se ponen feas.

Lo cierto es que ante el Egipto del gijonés Toño Cartón, ayudante de Parrondo, fue el bloque el que sacó las castañas del fuego de un partido típico de 'los Hispanos': con emoción hasta la bocina.

España hizo una primera parte diferente. Y, pese a su veteranía y ser el el octavo partido en quince días, se pensó que las fuerzas iban a estar justas. Pero ocurrió todo lo contrario. España salió a toda velocidad, dispuesta a sacar tajada de las lagunas en la contención de los egipcios.

En cuanto ajustó la defensa y Gurbindo comenzó a cortar las circulaciones de los norteafricanos, con sus inteligentes salidas, el partido empezó a inclinarse del lado de los españoles. Las pérdidas del inicio del partido, incluida una insólita al sacar de centro, se acabaron y con ello se cerró la posibilidad de los empates y Raúl Entrerríos no paró de altentar a los suyos con un empuje extradordinario.

El capitán, ese ejemplar jugador surgido del Grupo Astur del popular barrio de Contrueces, tiró del carro, consciente de la importancia de la cita. En la cancha intentó conectar con el pivote para salvar la férrera defensa de Egipto, que provocó algún que otro colapso al ataque español.

Tras el descanso, los de Jordi Ribera se diluyeron y los egipcios empezaron a encontrar huecos en el muro hispano. El trabajo táctico de Parrondo y Cartón con los africanos es extraordinario. Les ha dotado de una riqueza impensable hace unos años, aprovechando el trabajo del exjugado del desaparecido Naranco David Davis, su predecesor en el banquillo.

Así las cosas, 'los Hispanos' estuvieron todavía un punto por encima de los 'faraones'. Visto que en el ataque solo Antonio García tenía claridad, el grupo entendió enseguida que en los diez minutos finales el partido se iba a ganar atrás, en la defensa. Con piernas, con anticipación y con contactos.

Lo cierto es que contrarrestaron una tras otra a sus rivales las posibilidades de que se pusieran por delante. El desgaste mental que les supuso a los egipcios intentar la remontada sin éxito acabó provocándoles erroes defensivos, que fueron letales.

Sin embargo, 'los Hispanos' sacaron de la chistera a Álex Dujshebaev, pero sobre todo pesó el corazón de un hombre que se despedía: Raúl Entrerríos, que cerró su extradornaria y laureada carrera deportiva con un tanto con el que España puso la guinda.

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