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Abelardo, posa para EL COMERCIO esta semana, en su domicilio de Gijón. A. F.
«Está la cosa como para que la gente del fútbol nos quejemos»

«Está la cosa como para que la gente del fútbol nos quejemos»

«Todos tenemos que mentalizarnos de que este deporte sufrirá una recesión y que el jugador tendrá que ganar menos»Abelardo Entrenador del Espanyol

Domingo, 12 de abril 2020, 00:15

En la conversación se cuela el Sporting-Madrid de noviembre de 1993. El del famoso 2-1. «Se puso nervioso Juan tirando el penalti de la victoria, ¡eh!», ironiza entre risas Abelardo (Gijón, 1970), que vivió aquel episodio de El Molinón con la adrenalina del jugador local. El primer anuncio de la fase de confinamiento, sin saber por cuánto, le pilló en la carretera con dirección hacia Asturias en mitad de marzo. Hace un mes de aquello.

-¿Cómo está?

-Muy bien. Estoy en Gijón. Tuve la suerte de llegar el viernes 13 de marzo. Viajábamos en coche desde Cataluña Iñaki (Tejada), Tomi (Tomás Hervás) y yo. Por el camino nos enteramos del anuncio de Pedro Sánchez y ya llegamos a Gijón. Por dos días no nos pilló todo en Barcelona. No habría podido venir ni estar con los míos: Graciela, Aitana y Diego. Por lo demás, estoy bien. Vivo en una casa con jardín. No puedo decir más que soy un privilegiado en esta situación. Hay gente que lo está pasando muy mal.

-Está cerca de sus padres, pero a la vez lejos...

-Sí, pero en el Espanyol dieron positivo ocho jugadores y dos miembros del cuerpo técnico. Estuvimos dos días antes de venir a Gijón concentrados. Convivimos allí todos y lo lógico es que muchos, incluso sin saberlo, hayamos pasado el coronavirus. Hay casos asintomáticos y yo podría ser uno. No he sentido nada. Me he encontrado bien hasta ahora, pero por ese contacto lo lógico es que la mayoría lo hayamos pasado. Tenemos que tener cuidado.

-¿A qué dedica el tiempo?

-Hago una rutina. Todas las mañanas procuro hacer una hora de ejercicio. Después preparo entrenamientos, veo fútbol. He visto todos nuestros partidos. Tres veces por semana tenemos una reunión los técnicos por 'Zoom' y cada lunes, con los jugadores. A nivel individual, sí que intento una vez por semana hablar con todos ellos para ver cómo lo llevan. Es difícil entrenar en casa.

-Como entrenador, ¿este es su mayor reto?

-Sin duda. El día a día se lleva mejor estando con ellos. Es importante que el jugador te vea y te sienta, transmitirle energía y confianza. Trabajo también con una persona, un 'coach', que me ayuda mucho en esto. Probamos algún tema de relajación, que creo que es importante. Pero sí, este es el mayor reto para un entrenador. También el deportivo. Sabía que era difícil ir al Espanyol tal y como estaba, pero me gustan estos retos. Tengo la ventaja de que ya había vivido ocho años en Barcelona de mi etapa como jugador y tengo amigos. Me he llevado además a Iñaki y Tomi.

-¿Cuesta controlar al jugador a distancia?

-No, no. He tenido la suerte de contar en el Sporting, Alavés y Espanyol con jugadores muy profesionales. Están trabajando muy bien y tratan de cuidarse.

-¿Es partidario de que se juegue lo que queda?

-Sí, claro. Creo que las victorias, derrotas y objetivos se tienen que dar en el campo. Pero ahora solo pienso en lo mal que está la situación para mucha gente que ha perdido padres, madres, familiares, amigos, gente cercana. Los qe van a salir perjudicados en sus trabajos. Yo soy un privilegiado. Toda la gente que trabajamos en el fútbol lo somos. Por eso no pienso en la vuelta de la competición para nada. Sí creo que si se vuelve deberá ser por una decisión del Gobierno, no nuestra. El Gobierno tiene que ir determinando quién puede desarrollar su profesión y, sobre todo, sin riesgo para la salud. Pero no hablo solo de la nuestra. Nosotros podemos contagiar a gente de fuera. Si eso se garantiza, encantados de poder jugar.

-Confiese, ¿qué partidos ha visto por ocio de otra época?

-El otro día me vi el España-Malta. Ese partido me marcó. Creo que tenía unos 13 años cuando se jugó. Lo volví a ver. El segundo tiempo fue una gozada. El grito de José Ángel de la Casa cuando marcó el gol Señor (risas)... También he visto alguno mío de la época del Sporting y de la del Barcelona.

-¿Conoce a Djukic?

-No de hablar con él. Nos enfrentamos muchísimas veces cuando él estaba en el Dépor y en el Valencia. Era un central extraordinario y con una calidad increíble, técnicamente muy bueno. Tenía una gran colocación y era muy rápido. Ha transmitido al Sporting lo que quiere: seriedad defensiva y competitividad. Ha generado una gran intensidad en el juego del equipo. Creo que el parón le pilló en lo mejor. El Sporting iba cogiendo una buena racha. Ya estaba a cinco puntos del sexto, con once partidos por delante. Creo que si se juega van a producirse resultados impredecibles. Será decisivo el físico.

-¿Le ha gustado lo que ha visto?

-A ver, la Segunda es muy difícil y sufres mucho altibajo. José Alberto hizo buenos partidos también. Pero ahora, dentro de lo que ha pasado, la realidad es que el equipo está a cinco puntos a falta de once partidos. Después de verse a tres del descenso hace nada, todos habríamos firmado esto. Espero que el equipo vuelva con las pilas cargadas y enchufado.

-¿Se acaba el fútbol de los traspasos de cien millones?

-Todos tenemos que pensar que el fútbol va a sufrir una recesión. Hay que mentalizarse de que el jugador tendrá que ganar menos dinero. Ya está. No hay más.

-¿Qué sentimiento le provocó la vuelta de Luis Enrique al banquillo de la selección?

-Imagínese. Encantado de verle en primer fila volviendo a ser el que es. No lo digo porque sea mi amigo, pero es el mejor seleccionador que podríamos tener.

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