David Villa gana un título en su último partido como profesional

El Guaje cuelga las botas y se despide como jugador con una victoria histórica del Vissel Kobe

efe

Miércoles, 1 de enero 2020, 12:33

El Vissel Kobe de Japón se anotó este miércoles una victoria histórica en el fútbol nipón, al vencer por 2-0 al Kashima Antlers en la final de la Copa del Emperador, que representó el último partido para el asturiano David Villa como ... jugador profesional.

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El mejor goleador de la historia de la selección española ha colgado las botas. El futbolista asturiano ya lo había anunciado en Japón, país en el que estaba dando sus últimas lecciones, que a final de este año no volvería a jugar. «Quería retirarme yo antes de que el fútbol me retirara», señaló el asturiano en una rueda de prensa de despedida en la que estaba presente, como uno más, Andrés Iniesta.

Villa, aquejado de una lesión desde hace varias semanas, no pudo disputar la semifinal de este torneo, el 21 de diciembre, pero llegó a tiempo para formar parte de la convocatoria del equipo, aunque todavía con limitaciones físicas, y pudo disputar los últimos dos minutos del encuentro, ya en el tiempo de descuento.

David Villa, posando en su último partido con su familia y con su amigo Iniesta

El equipo capitaneado por el también español Andrés Iniesta nunca había ganado un título nacional en Japón, por lo que esta victoria convirtió a la fecha en un «día muy especial» por haber logrado «el primer título de la historia» para el Vissel Kobe, según dijo al final del encuentro Iniesta.

David Villa debutó en el Vissel Kobe el 22 de febrero de 2018. En los próximos días regresará a Madrid para desarrollar una serie de proyectos vinculados con el fútbol, pero ya como jugador.

El delantero pone punto y final a los 38 años y con un saco de goles a sus espaldas y un palmarés cargado de grandes títulos. Comenzó su carrera en el Tuilla, localidad a la que nunca le dio la espalda, la arrancó en el Sporting, explotó en el Zaragoza y se consagró en el Valencia. Luego ganó los títulos más importantes con el Barcelona y el Atlético de Madrid para posteriormente, tras un fulminante paso por el fútbol australiano dar el golpe en EEUU. Nueva York le coronó como un icono mundial y ha acabado jugando en Japón, dónde ha seguido marcando y ha decidido colgar las botas.

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