El Quirinal aparta al segundo entrenador que «agarró y empujó» a un cadete del Andés

«No lo justificamos y está fuera del club por los valores que tenemos, pero conviene aclarar también que fue agredido previamente por el jugador del Andés, aunque eso no aparezca en el acta», comentan desde el Quirinal. Por su parte, la colegiada reflejó textualmente que «tras la finalización del partido, el técnico R. G., F., fue expulsado al entrar al terreno de juego, dirigirse al jugador del Andés, sujetarlo por la camiseta y posteriormente empujarlo, propiciando que cayera al suelo», dirigiéndose a él en los siguientes términos: «Me da igual que seas un punto guaje». Además, «tuvo que ser sujetado y llevado por varias personas pertenecientes al equipo (Quirinal)».

Rodríguez Fernández también señaló en su escrito más incidencias. «Tras marcar el Quirinal el 2-1 en el minuto 93, parte de la grada invadió el campo par celebrar el gol, entre los que se encontraban entrenadores y delegados de otras categorías del Quirinal (identificados por arbitrarlos en otras ocasiones y por portar el chándal del club) y jugadores del Llaranes (reconociéndolos por arbitrarlos en otras ocasiones y con ayuda de la aplicación de Asturfútbol)».

Del mismo modo, «tras la consecución del 2-1 y antes de que se reanudara el encuentro, fui avisada por un jugador del Andés de que habían lanzado una botella hacia el banquillo del Andés sin impactar a ningún jugador ni miembro del cuerpo técnico, pero no pude identificar de dónde provenía porque ya había impactado en el terreno de juego sin causar ningún incidente». A este último respecto, desde el Quirinal matizan que «se le pegó una patada a una botella durante la celebración sin una dirección concreta y sin que golpease a nadie».

Por alusiones, desde el Andés se muestran satisfechos con el acta, pues «deja bien claro quién la lió. El Andés no tuvo nada que ver ni fue el autor de esta vergüenza para el fútbol base». Por ahora, no se conocen avances sobre si la familia del jugador del Andés que fue «agarrado y empujado», que se mantiene al margen del suceso de manera pública, procederá a denunciar o no el incidente.