«Hemos subido dos escalones, nos quedan siete todavía»

Para el avilesino, sin embargo, los principales artífices del cambio no son otros que los jugadores. «Llevamos muy poco tiempo y es verdad que hemos cambiado el sistema y nos está yendo bien, pero al final la plantilla no es muy amplia, los jugadores son los mismos y cuando los resultados acompañan pues como futbolista sales al campo con un convencimiento mayor», sostiene.

Manel, que a lo largo de su carrera en los banquillos no se había decantado demasiado por salir de inicio con cinco defensas, empleó esta táctica para sorprender a un «grande» como el Numancia y, tras la buena experiencia, decidió darle continuidad en Villaviciosa, consiguiendo un triunfo donde nadie había ganado esta temporada, ni tampoco las anteriores en Liga.

«El Lealtad es un muy buen equipo que maneja varios registros. Los números están ahí y esperábamos un partido muy difícil, como así fue. El estado del campo, que en tantas ocasiones ha perjudicado al Marino, en esta ocasión nos benefició. Nos permitió meter el primer gol y en la segunda parte, aunque es cierto que nos impedía mantener la posesión con comodidad, a ellos les obligó también a jugar en largo», comenta el técnico.

En esa tesitura, «ellos nos ganaban en el apartado físico porque tienen gente más grande, pero al final ocasiones claras no nos hicieron muchas y me quedo con la entrega y el compromiso de los jugadores». Manel aseguró a su llegada que afrontaba este reto como «nueve finales, o nueve escalones, y hemos subido dos. Nos quedan siete todavía». Lo que tiene claro el avilesino es que «aunque los demás equipos también juegan y nos tocará sufrir, nosotros vamos a ir a por la victoria en los siete partidos».

El principal objetivo es conseguir la permanencia matemática, pero, si no es posible, «debemos llegar a ese 'play off' por no descender con la mayor cantidad de puntos posibles». Por lo pronto, el Marino es octavo con once puntos, a uno del Numancia, que marca la zona media de la tabla, y supera en dos unidades al Covadonga y en cinco al Sporting B, eso sí, con dos partidos más disputados que ambos.

El conjunto luanquín ya ha comenzado a preparar su próxima batalla, que será el domingo a partir de las 17 horas en Miramar frente al filial del Real Oviedo, rival directo por la permanencia. «Podremos variar o no el sistema, pero las señas de identidad del equipo deben seguir siendo las mismas». Tras ejercitarse ayer en Balbín, el equipo descansará hoy para volver al trabajo mañana, con entrenamientos también jueves, viernes y sábado, siempre a las 10.30 de la mañana en Balbín.