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estefanía d. caruébano
Domingo, 13 de febrero 2022, 15:35
El Sporting B se reencuentra con la victoria, y con las goleadas, frente a un TSK que ya iba por debajo en el marcador en el minuto nueve de partido. Los de Sergio Sánches disiparon así todas las dudas ocasionadas tras los dos últimos resultados ( ... un empate y una derrota) y la ausencia de goles en ambos encuentros.
Salieron con mucha intensidad los rojiblancos, que no quisieron sorpresas y que querían aprovechar la bola de jugar en casa para desplegar su juego combinativo. Una primera mitad sensacional de todo el equipo, y traducida en las botas de César García, que volvió a ser determinante en el filial con un hattrick, terminaron por desmontar a un Roces que no pudo encontrarse cómodo en todo el encuentro.
El primero de los goles llegó precisamente en las botas de César, el jugador más determinante de esta mañana en Mareo. Desplegó toda su calidad el delantero, que durante unas semanas estuvo ausente al ser llamado por el primer equipo. Queipo, uno de los jugadores diferenciales también en el ataque del filial, recibió el balón al borde del área y disparó. Sin embargo, el portero del Roces logró despejar la bola para que le cayese a César, que remató al fondo de la red.
Era el primero de los cuatro goles que llegarían antes del paso por el túnel de vestuarios. Al filo del cuarto de hora de juego, no sin polémica, el árbitro señaló un penalti sobre Álvaro Santamaría, que fue quien lo transformó para poner el 2-0 en el marcador.
Con este resultado, el Roces no se vino abajo. Trató de combinar la pelota, pero el Sporting B estaba muy bien plantado en el terreno de juego y tenía claras sus intenciones. Le duraba muy poco la bola al conjunto del barrio gijonés, que vio como el tercer gol llegó sin apenas avisar. César recibió un balón en profundidad, controló en el área y, de nuevo, remató a portería para aumentar todavía más la ventaja.
El cuarto fue tal vez el gol más trabajado. La acción comenzó con Manu Pozo protegiendo el balón ante dos rivales en tres cuartos de campo. Poco después el andaluz volvió a recibir el esférico, ya más cerca del área, y lo cedió a Mecerreyes. El centrocampista vio por la espalda a César y, de tacón, le puso la pelota para que rematase. Era el tercero en la cuenta particular del delantero, y el último para el protagonista del encuentro.
Con el 4-0 en el marcador, apenas sobrepasada la media hora de juego, ambos conjuntos tomaron aire. El encuentro ya parecía decidido, así que ambos prefirieron poner pausa y esperar a entrar al vestuario.
En los segundos 45 minutos, no cambió el escenario. El Sporting B se mostró muy superior durante todo el encuentro ante un equipo que había conseguido arañar dos puntos frente a L'Entregu y Llanes en sus dos últimos partidos.
Diego Boza se reencontró con el gol tras varias semanas de sequía. El joven delantero sufrió una lesión que le mantuvo durante meses alejado de los terrenos de juego. Ya había marcado tras su regreso, pero puso la sentencia esta mañana en Mareo.
Fue Pelayo Pérez el que redondeó la que es, hasta ahora, la goleada más amplia del filial esta temporada. El liderato, no obstante, sigue a dos puntos tras la victoria del Oviedo Vetusta frente al Luarca de esta mañana.
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