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Sergio Sánchez debutará como entrenador del Sporting B ante el Numancia con el tiempo en contra. Con apenas cuatro entrenamientos ha planificado una puesta de largo en la que podrá introducir matices, aunque sin preparar una revolución en Los Pajaritos (Sábado, 16 horas). « ... Prácticamente llegamos a mediados de semana, el partido es de sábado y cambiar algo de manera radical sería un tanto contraproducente», ha expuesto este mediodía el técnico del filial rojiblanco, con el propósito de sacarle el máximo rendimiento a sus futbolistas en torno a una idea que en esencia no diferirá mucho de la anterior a su llegada «porque los jugadores son los mismos».
En sus primeros días al frente del equipo se ha encontrado con una plantilla «con ganas de revertir la situación, empezar a ganar y cambiar esa dinámica». Para lograrlo, aunque eludió profundizar en los aspectos a corregir para no «descubrir las cartas a los rivales», necesitan solventar una carencia en el apartado anotador. «Los números demuestran que hay un porcentaje de goles a favor que hay que elevar si se quiere ganar los partidos y en base a eso trabajaremos», expuso el de Carbayín Alto, que ve «potencial ofensivo de sobra» para lograrlo y tratará de «seducir un poco a la suerte» para empezar «a cambiar esa dinámica».
El exguardameta considera que a lo largo de la temporada el filial rojiblanco «no ha sido inferior a nadie». Sustenta esa visión en que las derrotas «han sido prácticamente por la mínima» y considera ese factor como un indicador de que «el equipo ha competido». «Están poniendo de su parte todo lo necesario, que es venir y afrontar los días de entrenamiento con la mejor de las actitudes. A partir de ahí, solo necesitan que lleguen los resultados para llenar esos depósitos de confianza», explicó el sierense, que calificó a su rival, el Numancia, como «un equipo bastante versátil».
«Cuando un nuevo técnico llega, ser entrenador conlleva volcar las ideas que tienes y seguramente introducirá algún elemento nuevo y eso es lo más problemático», señaló sobre la posibilidad de cambios que se pueden producir al tomar los mandos de los numantinos el que fuera mano derecha de Manix Mandiola, Álex Huerta tras la destitución del técnico vasco. «Al final los dos somos nuevos y esa reducción de la incertidumbre que queremos hacer todos los entrenadores esta vez va a ser menos posible», precisó el excancerbero, que decidirá en las próximas horas junto a los médicos si podrán competir algunos de sus futbolistas que están entre algodones. «Tenemos un equipo juvenil fantástico, que seguramente están con unas ganas tremendas de participar con el filial. Cualquier baja va a ser suplida con garantías», aseguró.
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