Los requisitos de la FIFA dan la puntilla a la candidatura de Gijón al Mundial 2030

La previsión del Gobierno local pasa en este momento por no firmar el acuerdo, lo que supondría renunciar a la candidatura. Los primeros cálculos municipales estiman en 50 millones de euros los gastos a los que tendría que hacer frente Gijón para acoger partidos de la fase de grupos de la cita mundialista, unas cifras que superan, con creces, las posibilidades municipales.

Los planes que maneja el ejecutivo local pasan por llevar a Pleno la propuesta de acuerdo de la FIFA para que sea debatido entre los grupos. Este paso no es preceptivo y el resultado no es vinculante, pero sí que supondrá la explicitación de las diferentes voces con representación en el Consistorio sobre un asunto que compromete al Ayuntamiento durante seis años. Las declaraciones de las diferentes formaciones hacen suponer que la posición municipal será la de rechazar continuar en la senda por ser sede del Mundial.

Las dificultades con las que se encuentra Gijón para poder optar a albergar partidos de una de las competiciones deportivas más importantes del mundo son muchas. En primer lugar, está la financiación. Para que la ciudad resulte elegida es necesario acometer una profunda reforma del estadio El Molinón. El Sporting ha sido la entidad que ha liderado el proceso de la candidatura y del club ha llegado también la propuesta de remodelación del campo. En un primer momento, se optó por el derribo por fases de la actual estructura para construir una nueva edificación unos metros más al este con una adecuación completa del entorno. Este primer boceto, que hacía perder a El Molinón la etiqueta de campo más antiguo del fútbol profesional español al mover el terreno de juego, tenía un coste de algo más de 300 millones de euros.

El propio Gobierno local pidió un proyecto más contenido y el estudio de Fernando Sordo Madaleno, al que el Sporting encargó el diseño, planteó una remodelación con un presupuesto estimado de 150 millones de euros y que fue presentado el pasado sábado.

El acuerdo que la FIFA remitió al Ayuntamiento explicita que, como ciudad acogedora de la competición, Gijón debe hacerse cargo de los gastos de organización. Pero también incluye cláusulas en las que cualquier sobrecoste en la candidatura, lo que incluye la remodelación del estadio, recaería sobre las arcas municipales, un riesgo que puede comprometer la viabilidad del Ayuntamiento.

Hasta el momento, no se ha presentado ningún plan de financiación, ni para la remodelación del estadio, ni para los gastos de organización. El Sporting, el Ayuntamiento de Gijón y el Gobierno regional firmaron un protocolo de actuación conjunta en el que no figura ningún compromiso de gasto por ninguna de las partes. De hecho, el Gobierno regional mantiene que hasta que la ciudad no sea designada como sede no se avanzará en esta cuestión. La intención era que las tres partes lograsen acuerdos para que con capital público y privado se pudiese llevar adelante la candidatura.

Los gastos de organización tampoco están cubiertos. El Gobierno central estimó en 683 millones de euros la cantidad necesaria para la organización del Mundial en España, a lo que se suman otros 750 para infraestructuras, un capítulo del que se dejan fuera los estadios. Eso fue en diciembre de 2022, pero hasta la fecha el Ejecutivo no ha movido ficha para poner ese dinero sobre la mesa ni para explicar cómo se llevaría a cabo su reparto entre las sedes.

Con la financiación de El Molinón sin definir y sin un compromiso del Gobierno central para ayudar a las sedes con los gastos de organización, el Ayuntamiento de Gijón se ve en una encrucijada. La idea de contar con el Mundial en Gijón gusta, pero cualquier responsabilidad patrimonial derivada de un sobrecoste en las obras del estadio o en los gastos de organización recaería sobre esta institución, propietaria del campo y autoridad máxima de la ciudad.

La fecha límite que se le comunicó al Consistorio por parte de la Real Federación Española de Fútbol para la presentación del acuerdo es el día 23, el viernes de la próxima semana. El Gobierno local no tiene previsto tener firmado el acuerdo en esa fecha y ni siquiera se plantea un Pleno extraordinario antes de ese día para tratar el asunto con los grupos. Solo un giro inesperado de los acontecimientos, con una llegada de última hora de financiación que haga solvente la operación a ojos del Gobierno local, podría salvar la situación y llevar de nuevo a Gijón a la carrera por el Mundial.