El regreso de la afición del fútbol en Asturias, entre interrogantes

Conscientes de que la pandemia impregna de suspense todo lo que está ligado a lo grupal, los seguidores aguardaban una directriz de las autoridades que esclareciese las condiciones para el reencuentro con su equipo. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, fue la encargada de anunciar que se había alcanzado un consenso entre Comunidades Autónomas para que el fútbol profesional se regulase por un 40% del aforo en los estadios. Con ese baremo como base, los clubes todavía no han recibido una comunicación oficial de las autoridades que les permita perfilar sus dispositivos el día de partido para el regreso de los aficionados a las gradas en la apertura del campeonato liguero.

Algunas entidades confiaban en poder albergar en sus instalaciones al menos a la mitad del aforo total y después de establecer ese criterio no podrán acoger a toda su masa social en el primer encuentro oficial de la temporada. Aguardan los clubes por esas instrucciones de las autoridades para esclarecer si la distancia de metro y medio tiene que mantenerse en cada asiento, lo que supondría un inconveniente más a la hora de establecer el aforo final, por las dimensiones de las instalaciones. En la última jornada del campeonato liguero, la agrupación entre convivientes permitió que no se viese tan mermada la afluencia de público.

El criterio con el que se trabaja desde clubes como el Sporting es que sean los seguidores que renovaron su carné con la Opción A quienes estén presentes en la puesta de largo oficial de la temporada frente al Burgos. Por el gran ritmo de la campaña, con más de 12.000 seguidores que ya se han decantado por esa propuesta para mantener su fidelidad al equipo un año más, la entidad tendrá que afinar ese mecanismo y recurrir también a la antigüedad. Los clubes mantienen la esperanza de que esa restricción del 40%, vigente al menos en las tres primeras jornadas del campeonato, se atenúe y crezca el porcentaje de aforo cuando sea revisado, en función de la evolución epidemiológica, la última semana de agosto.