«Recibimos a un equipo de Gijón que ha sido campeón»

Justo tributo. Casi dos semanas después de lograr el ascenso a la Segunda RFEF el pasado día 9, en el campo del Nuevo Nalón ante L'Entregu, el Ceares recibió, a primera hora de la tarde de ayer, en el Ayuntamiento, un merecido homenaje, en un acto que encabezó el concejal de Actividad Física, Deporte y Distrito Rural, José Ramón Tuero.

Al encuentro se sumaron Juan Carlos y Pelayo Muñiz, capitanes del equipo gijonés; junto a su presidente, Alberto Álvarez; el entrenador, Pablo Busto; el vicepresidente, Xosé Estrada; y el secretario, Ceferino Díaz Laviada, todos ellos en presencia de Laura Tuero, Eladio de la Concha y Pelayo Roces, en representación de otros grupos políticos municipales.

Tuero, al que regalaron una bufanda y una camiseta del equipo firmada por toda la plantilla, no ocultó su alegría por tener la posibilidad de celebrar «con orgullo el ascenso de un equipo de Gijón, que ha sido campeón», al tiempo que felicitó a los jugadores, cuerpo técnico y directiva allí presentes por «la hazaña que habéis conseguido». Asimismo, les deseó «mucha suerte de cara a la próxima temporada».

Posteriormente intervino Xosé Estrada que habló de «la dificultad que supuso el salto de categoría para competir ahora contra equipos de más potencial y agregó que «este ascenso demuestra lo futbolera que es la ciudad, por lo que espero que se disfrute, sobre todo, en nuestro barrio, que es quien nos apoya».

El entrenador, Pablo Busto, a punto de sellar su renovación, reivindicó el «enorme mérito de estos jugadores, solo por el hecho de lograr subir a esta categoría un equipo en la ciudad que no sea el Sporting».

Juan Carlos, quien porta el brazalete 'teyero', subrayó emocionado que el salto a la Segunda RFEF «es un premio al club, a la afición y a la gente de un barrio que lo ha pasado mal en general durante esta pandemia». «Les hemos dado una buena alegría», apostilló renglón seguido antes de que tomara la palabra el otro capitán, Pelayo Muñiz. «No sabíamos si la temporada iba a comenzar, pues allá por el mes de septiembre recuerdo que había dudas por la pandemia y luego jugamos cinco partidos en solo dos semanas, por lo que creo que este ascenso tiene un valor añadido», explicó, recordando los duros comienzos de la campaña para los clubes.

Todos los presentes en la recepción municipal resaltaron la trascendencia del salto de categoría de un club tan modesto que ahora ilusiona a un barrio que, a buen seguro, se volcará la próxima temporada en el campo de La Cruz, el lugar de encuentro de la parroquia 'teyera'.