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Carlos Fernández Buergo, ya sobre el terreno del Bernabéu, tras sustituir a Díaz de Mera. E. C.
La receta del debutante en el Bernabéu

La receta del debutante en el Bernabéu

Salto. El árbitro llanisco Carlos Fernández Buergo, un apasionado de la cocina que regenta una tienda en Gijón de granola, se estrenó en Primera por la lesión del principal

Martes, 27 de febrero 2024, 01:00

Me dijo 'sé arbitrar y podía hacerlo'». En un mundo muy duro, doblemente duro, él se ha abierto su camino. A la crudeza propia que acompaña la profesión se unen las dificultades de abrirse paso. Nada que, como demostró ante un Santiago Bernabéu con 74.969 almas en las gradas, haya asustado nunca a Carlos Fernández Buergo. Ha ido derribando barreras hasta enrolarse, por méritos propios, en la Primera RFEF, la antesala del fútbol profesional.

Sin embargo, el domingo, cuando corría el minuto 60 del partido entre el Real Madrid y el Sevilla, el colegiado Díaz de Mera, en el momento en el que se echó la mano al gemelo por un problema muscular, su gesto se torció, paró el encuentro y decidió que no podía más, 'regaló' al cuarto árbitro, en este caso Fernández Buergo, su estreno inesperado en la Liga de las estrellas.

Tras el OK del árbitro titular, entró en escena el colegiado asturiana, natural de Llanes, aunque residente en Gijón, de 29 años. Hasta el momento había pitado en Primera RFEF y había sido auxiliar en algunos partidos de Segunda. Completó la parafernalia. Se quitó el chándal, se puso el intercomunicador que pone en contacto al cuadro arbitral y con la sala VAR, y saltó al terreno de juego.

«Fue un momento crítico. Nadie espera ponerse de repente delante de más de 70.000 personas. Pero me dijo 'se arbitrar y podía hacerlo'», explica el presidente del Comité de Árbitros de Asturias, Marco Antonio Santurio. Él sabe bien quién es Carlos . «Lo conozco desde que tenía 15 años, cuando comenzó a arbitrar. Siempre ha demostrado su valía. Ahora está en la antesala del fútbol profesional, haciéndose un hueco», explica.

De hecho, este llanisco, hijo de un bancario de la localidad y de una médica, ambos muy conocidos en la localidad del oriente, y que tiene dos hermanas mayores, se enganchó al arbitraje en una campaña que la Federación de Fútbol del Principado de Asturias llevó por los colegios. Ahora compatibiliza su labor en los campos con un establecimiento en Gijón: 'La granola de Char'.

Apasionado de la cocina

Apasionado de la cocina, como se recoge en la página web de su propia tienda, Carlos, al que en casa conocen por 'Char', le encanta hacer disfrutar a la gente con la cocina. «Encuentra satisfacción en el simple hecho de juntar ingredientes y producir sensaciones en el paladar». La granola, el producto que vende en su establecimiento de la calle de Andalucía, es una combinación de copos de avena, frutos secos y semillas, redondeada por un toque de miel asturiana y aceite de oliva virgen extra español.

Al técnico llanisco no le faltó trabajo en esos poco más de treinta minutos sobre el césped del remozado Santiago Bernabéu. «Es una persona seria, disciplinada y que siempre ha demostrado una pasión por el arbitraje», hace hincapié Marco Antonio Santurio. «Pero sales como árbitro principal a un partido de Primera al que no estás acostumbrado, no a uno cualquiera, que va empate a cero, que pueden estar viéndolo millones de personas....», continúa el responsable de los colegiados asturianos. «Me explicó que, una vez se puso el balón en juego, se centró en el partido... No tenía duda alguna que lo iba a hacer bien, conozco cómo arbitra», añade.

Carlos Fernández Buergo, en esa media hora, amonestó a Ocampos por una falta sobre Lucas, dio por bueno el gol del Modric tras revisar la jugada por un posible fuera de juego de Rüdiger, añadió ocho minutos al encuentro y todavía tuvo tiempo para sacar tarjetas amarillas a los sevillistas Nianzou por una entrada a Ceballos y a Sow, en su caso por una falta a Kroos.

El motivo del debut del árbitro asturiano, profesor de Formación Profesional, es que los cuartos árbitros de Primera y Segunda son siempre colegiados de la división de bronce y, en caso de lesión tanto del árbitro como de los asistentes, ocupan su lugar. «Es una persona comprometida con el arbitraje. Hablé con él y le dije que el viernes estaba dando clases a los árbitros y que, dos días después, había debutado en el Bernabéu», explica Abraham Barbeira, el delegado de los árbitros de Gijón, quien coincidió en algunas categorías con Carlos. «Apuntaba buenas maneras desde el principio. Siempre estuvo muy interesado, aprendió bastante rápido, progresó rápidamente», destaca.

'Char' posiblemente haya cumplido un sueño. Su sueño, aunque le queda camino por delante. «Mostrarse en un escenario con el Bernabéu y con esa solvencia durante los minutos que estuvo es algo que se puede valorar», afirma Abraham Barbeira. «Estamos contentos porque él arbitró como sabe, bien».

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