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Viernes, 25 de octubre 2019, 00:10
La obra de Menéndez-Santarúa, que tiene una intensa biografía que incluye una época como jefe de estudios en el Instituto Padre Feijoo (fue uno de los artífices de su remodelación y tuvo entre sus alumnos al músico Jorge Ilegal) es reconocida y extensa. La integran, además de los citados Preciado y Woody Allen, el Monumento a Juan Pablo II, en Oviedo, o el Busto de Philippe Cousteau, en Salinas, en una complicadísima obra, adherida a la roca. La tragedia y el fútbol también le arrastraron hasta Linares, hace un par de años, cuando desde allí le llegó una petición para que diseñara una estatua en homenaje al futbolista Fran Carles. Era un jugador local muy querido en esta localidad de Jaén que falleció en 2016 por un desafortunado accidente. Una pesa le cayó encima de una pierna y, sin enterarse, le produjo una hemorragia de la que fallecería, a los 26 años, días después. Una estatua de Santarúa, financiada por aficionados y vecinos que conocían su obra por Preciado, quedó como recuerdo.
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