Oviedismo a prueba de hostilidades

Su presidenta, María Joglar, y su vicepresidente, Jaime Campillo, fueron de los primeros en llegar. «Ni una lata y menos bebidas alcohólicas» les recordaron los responsables del dispositivo policial, que sí admitían botellas sin tapón para el viaje y bocadillos que no se pueden meter en el campo.

La escena de muchos aficionados comiendo el bocadillo al pie del autocar era habitual, ya que muchos eran conscientes que no podrían volver a comer hasta el regreso. El panorama era variopinto, con padres y madres e hijos e hijas, pero también abuelos y nietos, dispuestos a lucir su oviedismo.

El paso de los minutos iba haciendo que los encargados de los autobuses empezaran a pasar lista. En la calle de acceso al estadio había tres autocares con un dispositivo de seguridad especial, la de los aficionados de 'riesgo': Symmachiarii y Fondo Norte, fundamentalmente.

Esos fueron los primeros en arrancar con dirección a El Molinón. Lo hicieron pasada la una de la tarde y tras ellos se encaminó la comitiva de aficionados azules.

El malestar era evidente entre los aficionados. Por ejemplo, Pelayo Rodríguez, reconocía las «ganas de fútbol», aunque lamentaba que «lo que yo conocí de pequeño era muy diferente a este, nos tratan como delincuentes». «El hecho de que no podamos meter ni un bocadillo en el campo ya lo dice todo», recalcó.

Otro seguidor azul, Jorge Fernández, insistía en que «hay que reducir los tiempos de espera», pero sobre todo destacaba su ilusión por «volver a hacer lo de siempre, que es ganar». Marta Rodríguez tenía claro en quién confiaba para lograr la victoria: «Sergi Enrich está en racha y ojalá nos dé la victoria»

Rodrigo Fernández confiaba en una victoria por 1-2, con gol de Hugo Rama, y también se quejaba del desplazamiento: «Tengo un amigo del Sporting que ha estado en las mismas que yo. Este dispositivo no es normal». Lo mismo decía Laura Hevia: «Esta forma de viajar no es normal. En ningún derbi sucede esto».

Los aficionado azules, dos horas antes dentro del campo, recibieron la visita del presidente Martín Peláez, el consejero Manuel Paredes y el director general, Agustín Lleida, desde el terreno de juego.