Infografía del proyecto que el estudio Fernando Sordo Madaleno elaboró para el Grupo Orlegi para la reforma de El Molinón. E. C.
Proyecto de El Molinón para el Mundial 2030

«Un Mundial sería fantástico, pero no a costa de hipotecar la ciudad»

El Ayuntamiento considera que las exigencias de la FIFA que conllevaría ser sede «superan con creces nuestras posibilidades»

Iván Villar

Gijón

Miércoles, 14 de febrero 2024, 00:51

Más de 50 millones de euros en gastos que deben ser asumidos por la ciudad de acogida y el propietario del estadio (también el Ayuntamiento), un seguro de cien millones de euros, eximir del pago de cualquier impuesto a la FIFA y sus entidades ... colaboradoras, permitir que el estadio lleve durante la competición cualquier otro nombre comercial o no comercial...

Publicidad

Menos de una semana después de que Ayuntamiento, Principado y Sporting firmaran un protocolo para impulsar la candidatura de Gijón como sede del Mundial 2030 y tras la presentación de la propuesta del grupo Orlegi para remodelar El Molinón, la retahíla de exigencias que plantea la FIFA a las ciudades que quieran formar parte de esa cita y sus repercusiones económicas -cuyas cifras adelantó EL COMERCIO- han supuesto una de cal para las aspiraciones mundialistas de Gijón. De los deseos y maquetas se ha pasado a una realidad que desde el Consistorio se ve inasumible. Al menos, con recursos municipales.

«Es evidente que las exigencias que plantea la FIFA superan con creces las posibilidades del Ayuntamiento», señaló el concejal de Urbanismo y portavoz de la junta de gobierno, Jesús Martínez Salvador, quien recordó por otro lado que «a día de hoy carecemos todavía de detalles sobre la financiación que plantea el Sporting». El edil aseguró que «siempre hemos sido muy claros con respecto a que tener el Mundial sería fantástico para Gijón, pero no a costa de hipotecar el Ayuntamiento», máxime cuando, como remarcó, «hay en desarrollo proyectos clave y prioritarios para la ciudad como Naval Azul, Tabacalera y la ampliación del Parque Científico y Tecnológico». Pese a todo, Martínez Salvador añadió que «nuestra voluntad a la hora de trabajar junto al club y junto al resto de administraciones de cara a encontrar una fórmula viable sigue intacta».

Pero también desde la oposición se han mostrado muy críticos con lo que supondría para la ciudad aceptar unas condiciones con las que el Ayuntamiento debería comprometerse por escrito antes del próximo 23 de febrero si quiere seguir en la carrera. «La FIFA pide adueñarse de la ciudad y su soberanía, quedándosela a su cuenta y antojo», consideró el portavoz socialista Luis Manuel Flórez 'Floro', quien cree que «este nivel de exigencia no parece asumible para una aventura aparentemente atractiva, pero de cuyos posibles beneficios para Gijón no conocemos ni un detalle». Recordó que su grupo ha solicitado la comparecencia en comisión del concejal de Deportes «y esperamos que nos explique desde cuándo conocían estas condiciones y en qué márgenes de negociación se están moviendo con la FIFA».

Publicidad

Confió en que «el gobierno de Foro y PP no hayan iniciado esta aventura sin analizar las consecuencias económicas y el retorno que podría tener para el municipio, aunque, viendo las reacciones del concejal Martínez Salvador, parece que así es». Y criticó que «un gobierno se lance a la aventura sin echar las cuentas que todos habremos de pagar y que lo haga además con el oscurantismo habitual».

El portavoz municipal de IU, Javier Suárez Llana, insta a pronunciarse a «los dos gobiernos que firmaron con el Sporting un protocolo sin una sola cifra y sin un solo compromiso de financiación, que nos conduce a esto». Cree que los 50 millones de gastos ligados a la candidatura, al margen de la inversión necesaria para remodelar el estadio, «son una cifra inasumible para el Ayuntamiento». Y ve además «obscenos algunos de los conceptos que la FIFA pretende que paguemos todos los gijoneses». En este sentido, apunta que, si bien hasta ahora «el debate giraba en torno a la oportunidad que puede suponer ser sede del Mundial», a la vista de estas cuantías y requisitos «lo que hay que valorar ya no es la oportunidad, sino la necesidad para nuestra ciudad». Y concluye que «Gijón tiene muchas necesidades, pero esta no es una de ellas».

Publicidad

«Se acabó la broma»

También la portavoz de Podemos, Olaya Suárez, mostró un rechazo frontal. «Claro que el sueño mundialista es bonito, pero hasta aquí hemos llegado. Se acabó la broma. Todo lo que estamos viendo es un auténtico despropósito. Empufar a la ciudad para décadas no es una opción, y menos en estas condiciones», indicó. Añadió que «queremos relevancia para Gijón, apostar por el deporte y el mejor estadio para nuestro Sporting, pero de lo que se está hablando aquí es de una ruina con unas condiciones espantosas y nimio beneficio para la ciudad». También criticó la presentación de un proyecto de reforma «a cargo del yerno del propietario de Orlegi».

La portavoz municipal de Vox, Sara Álvarez Rouco, consideró sin embargo que aunque la cifra de 50 millones de euros «es impactante para un ayuntamiento como el de Gijón, hay que valorar el retorno que va a producir esa inversión, que entendemos que será elevado». Remarcó que se trata de una cuantía «que debería prorratearse en varios ejercicios» e indicó que, «si existe una rentabilidad, sería sorprendente renunciar a esta oportunidad de potenciar nuestra ciudad». Añadió que «estamos acostumbrados a ver cómo de las arcas municipales salen millones a fondo perdido por mala gestión, como ocurre con las empresas municipales, y nos asustamos al hablar de 50 millones distribuidos en varios años que van a volver a la ciudad con creces».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3 meses por solo 1€/mes

Publicidad