El mejor Ceares se crece en la incertidumbre

El Ceares solo ha perdido uno de sus diez primeros partidos y encadena cuatro victorias consecutivas, algunas ante equipos llamados a pelear por el ascenso a final de temporada. En el discurso de su técnico se repite con frecuencia una palabra, 'adaptación', que bien podría explicar la prometedora trayectoria de los gijoneses una vez superado el ecuador de la primera fase. «No podemos hacer planes a largo plazo, cada semana hay que adaptarse a un rival, a un campo... Nuestra idea es fija, pero a partir de ella tenemos que hacer ajustes», explica Busto.

Para el entrenador, otra de las claves puede estar en la buena racha de resultados que encadenó el equipo al comenzar la temporada, cuando todo alrededor del fútbol era aún una incógnita. «Empezamos más tarde, descansamos la primera semana y luego jugamos cinco partidos en quince días. Eso pudo hacer que el equipo sufriera un poco más y también diera un poco más de lo que crees que puedes tener. Fue fuerte mentalmente, saldó ese tramo con muchos puntos y puede ser que se convierta en un detalle a favor», afirma.

En ese sentido, Busto tiene palabras de elogio para «una plantilla casi nueva, en la que solo seguían cinco jugadores de la temporada pasada además del entrenador». «Aceptaron mi manera de trabajar y es mérito suyo por adaptarse tan rápido», añade, satisfecho también por el nivel de compromiso de «gente que no vive de esto».

A nivel de juego, la fortaleza del Ceares comienza desde la defensa, con solo ocho goles encajados en diez partidos. «Y tres fueron en Llanera, con un gol en propia, una falta y un penalti», recuerda Pablo Busto. «Recalcamos mucho la importancia de la portería a cero. El que vaya a ver al Ceares encontrará un equipo competitivo, con ganas e ilusión. En lo futbolístico queremos ser protagonistas y crecer con balón, pero nos adaptamos a la categoría y cuando toca jugar directo también nos está saliendo bien».

El objetivo del equipo sigue siendo «evitar el 'play-out'», según su técnico, «pero no vamos a ser falsos modestos y si estamos ahí es por méritos propios, así que vamos a ir partido a partido disfrutando y a ver hasta dónde llegamos».

La sorpresa por la trayectoria llega también hasta la junta directiva. Xosé Fernández Estrada, vicepresidente del club, destaca el trabajo del cuerpo técnico y de la plantilla, «que con poco están consiguiendo hacer mucho». «El potencial económico que tenemos no es para estar arriba. Somos conscientes de que si maximizamos el trabajo y conseguimos ver el talento podemos construir un equipo como el de la temporada 13-14, pero eso no es fácil», añade.

Las dificultades de esta temporada no se quedan solo en el césped. «Está siendo muy difícil. No hay taquillas, el consumo en la cantina está limitado y la publicidad apenas hemos podido cobrarla porque estuvimos jugando a puerta cerrada. Eso para nosotros es casi la mitad del presupuesto», lamenta Estrada. Con todo, el club ha seguido fiel a su filosofía. En verano, conscientes de la difícil situación económica de algunos de sus socios en el contexto actual, la directiva anunció que nadie perdería su número y la posibilidad de participar en las asambleas. «Han renovado alrededor del 60%, pero sabemos que si el club estuviera en una situación difícil llegaríamos al 100%».

La ilusionante trayectoria del equipo es precisamente un rayo de luz en plena pandemia para muchos de sus seguidores. «Nosotros sabemos que para un club como el nuestro es especial estar ahí arriba, porque es muy difícil. En las temporadas siguientes a aquella en la que jugamos el 'play off' nos dimos cuenta de eso. Hace poco comentábamos que es una pena que no haya una situación de normalidad, porque seguro que La Cruz estaría a reventar, pero es verdad que cuando todo está mal alrededor vemos que el equipo está generando alegría en su barrio y en su gente», afirma Estrada. A esa ilusión y a su capacidad de adaptación a las circunstancias -otra de las señas de identidad del club- se agarra el Ceares en busca de su nuevo reto.

Una ilusión que les permite pasar malos tragos como las amenazas recibidas a través de pintadas como las que se vieron esta semana en La Cruz. «Es muy molesto ser objetivo de personas que usan el fútbol para dar rienda suelta a su odio, pero el Ceares tiene mejor salud que nunca en en todos los sentidos y eso es lo importante», destaca el presidente cearista, que insiste en que los socios trabajan desde ya «para que no se dispute ningún partido con esvásticas y demás simbología de incitación al odio a la vista».