El Marino vence con más solvencia que brillantez

En apenas dos minutos, el Colunga se quedó con nueve jugadores al ver la segunda amarilla Cid por un agarrón y cometer Pou una falta cuando era el último defensor. Tras el descanso, el Marino dominó por completo el encuentro, aunque sin el instinto asesino para buscar sentenciarlo. El segundo tanto llegó en el minuto 52, con una dosis de fortuna, después de que el disparo lejano de Mikel Busto se estrellase en la espalda de Trabanco para desviar la trayectoria y batir al portero visitante.

En un tramo final en el que el Marino no estuvo cómodo, Madeira aprovechó una falta de entendimiento de la defensa luanquina para ganarle la espalda a los centrales y superar con una bonita vaselina al guardameta Rabanillo. En un partido cómodo, al conjunto local le tocó sufrir por no saber cerrarlo antes.