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f. j. álvarez
Domingo, 24 de noviembre 2019, 21:42
El Coruxo saltó por los aires el fortín de Miramar en un partido en el que el Marino se las prometía muy felices con el tempranero tanto de Mika pero que acabó claudicando ante un rival directo en la lucha por la ... permanencia como es el Coruxo (1-3). Una aciaga segunda mitad dejó de vacío a los luanquines, que después de varias jornadas regresan a los puestos de descenso.
El conjunto dirigido por Oli se adelantó en el marcador a los cuatro minutos de juego con una tempranera diana de Mika, que se anticipó a la defensa gallega para rematar a la red un centro de Guaya, logrando así su primer tanto como jugador del cuadro azulón y el segundo en la división de bronce. Un tanto que debería servir para descargar de presión al cántabro, acreditado goleador en Tercera División que debe dar un paso al frente en la antesala del fútbol profesional.
Los marinistas, que desaprovecharon la oportunidad de sentenciar su triunfo, sufrieron la remontada del Coruxo en una segunda parte absolutamente aciaga para los intereses locales, dentro de un partido que, como es habitual cuando hace mal tiempo, estuvo marcada por el estado del terreno de juego, malo para los dos equipos.
El segundo período se inició con una acción desafortunada en la que Miguel Prado introdujo el balón en su meta al intentar despejarlo. Tras un claro penalti de Manu ignorado por el colegiado, Diego Silva encarriló desde los once metros un triunfo sellado en el añadido con un desafortunado gol en propia puerta del exsportinguista Alberto Lora.
Este cúmulo de acciones desafortunadas hicieron que los tres puntos volasen de Miramar rumbo a Vigo, dejando a los azulones en la antepenúltima posición de la tabla con 14 puntos, los mismos que Getafe B y Sporting B y a uno de Real Oviedo B y Las Rozas, los encargados de marcar la salvación en estos momentos, demostrando la igualdad existente en la categoría. En ese sentido, salvo sorpresas en la segunda vuelta, todo hace indicar que el descenso se decidirá en unas últimas jornadas de infarto en las que los pequeños detalles marcarán el destino de los equipos, cuatro de ellos asturianos y que podrían conllevar arrastres si pierden la categoría. De momento, sólo el Sanse, que ya está a ocho puntos de la salvación, parece candidato claro a jugar en Tercera el próximo curso.
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