El Marino araña un empate en el 89

El cuadro santiagués cuajó unos diez primeros minutos fulgurantes. Los pupilos de Juan Carlos Andrés tenían que amarrar el 'play off' y la necesidad marcó una enorme diferencia. El Marino apenas pudo tocar el balón hasta el golazo de Parapar. El extremo coruñés agarró el balón cerca del pico del área y, tras hacerse un hueco, se sacó con un zurdazo directo a la escuadra, donde no pudo llegar Marinovich. Tras el zarpazo el Compos soltó el acelerador y esto permitió al equipo luanquín entrar en el choque.

La primera aproximación de los asturianos llevó la firma de Luis Nuño en un libre directo que se marchó alto. En el ecuador de la primera parte el equipo blanquiazul gozó de la oportunidad más clara para hacer el segundo: Kike remató alto un servicio de Samuel desde el córner. El último tramo del primer periodo supuso una mejoría del Marino. Los pupilos de Manel Menéndez estuvieron mucho más activos que los locales y comenzaron a ganar todos los balones divididos. Además, el club luanquín reclamó un posible penalti por unas manos de Casas que el colegiado no concedió. Sin embargo, el conjunto asturiano no aprovechó la inercia favorable y se marchó al descanso sin poner a prueba a Pato.

El segundo tiempo arrancó como terminó la primera mitad, con un Marino muy superior. El Compostela renegó del balón y el equipo luanquín fue ganando protagonismo, aunque solo concretó una ocasión desde fuera del área que solventó Pato. Con los cambios el choque amenazó con romperse. En este contexto también el equipo de Manel Menéndez generaba una mayor sensación de peligro. El Compostela empezó a transitar con cierto peligro gracias a la velocidad de Parapar y Elliot. Por su parte, el Marino buscó balones a la espalda de la defensa local, que se mostró lenta a la hora de proteger los espacios. Darío perdonó una clara ocasión en un pase de la muerte de Samuel para lamento de la afición compostelanista. Cerca del cierre, el empeño visitante tuvo premio en un acción iniciada por Isma Fagir y a la que el recién entrado Óscar Fernández le dio continuidad al aprovecharse de un pase al espacio. El jugador cántabro rebasó a Kike y ejerció de asistente para Jairo Cárcaba, que conectó un testarazo inalcanzable para Pato. En el añadido al Compostela le entraron las dudas y decidió no atacar. El Marino, ya premiado por su esfuerzo y consciente de que la Copa era ya un imposible, también dio por buena la igualada.