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J. MALLO / J. ORTIZ
BILBAO.
Lunes, 4 de enero 2021, 01:54
El Athletic fulminó ayer a Garitano, que será sustituido por Marcelino García Toral, con un contrato hasta junio de 2022. Y lo hizo de forma sorprendente por el momento elegido. Tras una victoria tras muchas semanas del técnico de Derio en el alambre. ... Casi desde principios de octubre, cuando el Athletic cayó de forma sonrojante contra un Cádiz recién ascendido y con nueve futbolistas.
De esta manera, inesperada, se puso fin a la era de un preparador que salvó al Athletic de la quema en su primera temporada, le colocó en la final de Copa el pasado ejercicio, y que ha sumido al grupo en una desconcertante irregularidad esta campaña. No obstante, se va con el equipo más cerca del séptimo puesto, a tres puntos, que del descenso, a seis. Y en su lugar, a falta de una confirmación oficial que no había llegado al cierre de esta edición, se ficha al preparador asturiano, un técnico de prestigio, que rechazó otras ofertas.
Pero, ¿qué ocurrió para que una destitución tan sorprendente? La derrota contra la Real, con una imagen desoladora del equipo, sin ningún tiro a puerta. La decisión, por tanto, estaba tomada desde Nochevieja. Ese día, tras el encuentro, varios directivos se reúnen. Y los integrantes del grupo que habían defendido a Garitano contra viento y marea aceptan que el proyecto no da más de sí, que no el preparador no puede continuar. Desde el 31 de diciembre, el deriotarra era ya historia. Igual que Marcelino sabía que iba a entrenar en 'La Catedral', aunque los últimos flecos se ultimaban anoche.
En noviembre se produjo el primer contacto con el asturiano. El grupo del órgano de gobierno quería fuera a Garitano de manera inmediata porque es incapaz de generar ilusión. Hubo presiones al presidente. Pero no dio su brazo a torcer. Sin embargo, ese 31 de diciembre, el máximo dirigente mantuvo una serie de conversaciones y habló de trabajo, de la capacidad de 'Gaizka' para sacar el proyecto adelante. Al día siguiente, acudió a Lezama. También lo hizo Alkorta. El futuro estaba escrito.
Entonces, tomó más fuerza la opción Marcelino, siempre dispuesto a unirse a la formación rojiblanca, pero se dejó que Garitano jugara y ganara al Elche. Y, de repente, un comunicado. Adiós del técnico de Derio. Y el preparador asturiano, que ultimaba anoche su contrato, uno de los pocos que ha superado al Barça en una final: lo hizo con el Valencia en la Copa de 2019. Contra los culés se estrenará el miércoles en San Mamés, su nuevo estadio, donde ha tenido sus más y sus menos con un público que ahora, por el bien del Athletic, le tendrá que aceptar.
Marcelino, que considera que la plantilla tiene potencial y le seduce dirigir a un club con tanta historia, salió de la entidad ché en el verano de 2019. Allí dejó un grato recuerdo. Se le añora. Cuando últimamente se le preguntaba por el interés rojiblanco echaba balones fuera y hablaba de dirigir en el extranjero, era una estrategia para quitarse presión. Pero él quería venir al Athletic, como demuestra que rechazó una suculenta oferta del Celta por cuatro millones de euros netos. Hoy empieza su era en el Athletic.
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