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I. TYLKO / A. GÓMEZ
MADRID.
Viernes, 4 de marzo 2022, 01:38
Los episodios racistas, xenófobos y machistas salpican el fútbol base español cada fin de semana sin que adquieran notoriedad alguna, pero esta vez el escándalo puede obligar a la UEFA a tomar cartas en el asunto e imponer duras sanciones. Con ocasión del derbi de octavos de final de la Youth League celebrado el miércoles en Valdebebas, los radicales del Frente Atlético volvieron a mostrar su lado más oscuro y agraviaron a Peter Federico, un juvenil del Real Madrid de solo 19 años.
Tras un lance ocurrido en la primera parte, el futbolista negro del Real Madrid tuvo que soportar sonidos simiescos cuando tocaba el balón y ser objeto de cánticos vejatorios como «El Retiro es español, no es un parque de Ecuador». Ya sea por convicciones racistas, ignorancia, insensatez, puro macarrismo o una mezcla de todo bien regada con alcohol y drogas, este tipo de conductas irracionales se dan cada vez con más frecuencia en el fútbol español. Es urgente la intervención de los clubes, que en algunos casos como el del Atlético siguen dando manga ancha a sus ultras, LaLiga, la Federación y las asociaciones territoriales.
Pese a los insultos a Peter, el derbi de juveniles siguió desarrollándose con normalidad y, lo que casi es más grave, no hubo ni denuncias del Atlético, ni una disculpa oficial del club presidido por Enrique Cerezo, ni tampoco una queja institucional del Real Madrid. Se da la circunstancia de que Peter Federico es madrileño de ascendencia dominicana, forma parte de la plantilla del Castilla y es uno de los centrocampistas más prometedores de la cantera blanca. Incluso debutó el pasado mes de diciembre en el primer equipo, de la mano de Carlo Ancelotti, poco proclive a dar la alternativa a los canteranos.
Este episodio mancha aún más una semana especialmente conflictiva que se inició el lunes con la vejación sufrida por Akapo en el choque liguero que enfrentó al Cádiz con el Granada en Los Cármenes. En este caso, el autor fue un joven de 28 años que llamó «mono» al defensa ecuatoguineano del conjunto amarillo y se burló de él imitando la actitud de un primate. Dos días después, el siniestro hincha fue expulsado del Santa Fe, modesto club de Granada en el que militaba.
La UEFA lleva más de 20 años, desde 2001, intentando combatir el racismo y la discriminación racial o étnica, pero los brotes se siguen sucediendo. En España, LaLiga ha denunciado ante la Fiscalía los últimos agravios a Iñaki Williams en Cornellà, Vinicius en el Camp Nou y Akapo en la ciudad de la Alhambra. Alega supuestos delitos de odio, tipificados con penas de uno a cuatro años de cárcel en el Código Penal.
La humillación al delantero del Athletic en 2020 fue la primera causa abierta por insultos racistas proferidos desde la grada en un partido de fútbol profesional en España. El mayor de los Williams también fue víctima cuatro años antes de ataques en El Molinón que provocaron que por primera vez se detuviese durante unos minutos un partido de Liga por un incidente racista.
A Vinicius, un seguidor del Barça le llamó «macaco» al ser sustituido en el clásico del pasado octubre. La Fiscalía ordenó a los Mossos d'Esquadra que investigasen los hechos como un posible delito de odio y discriminación, pero el expediente se cerró sin mayor trascendencia.
Ahora es la Fiscalía Provincial de Granada la encargada de resolver el reciente 'caso Akapo'. Fruto de la colaboración del Granada con la Policía Nacional, el autor de los insultos al jugador del Cádiz, que no es abonado del club nazarí, fue identificado.
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