La madre de un benjamín del Quirinal denuncia a la entrenadora del Comillas

Un vídeo grabado desde la grada difundido el domingo por la TPA en sus informativos, deja en mal lugar a la responsable del conjunto riojano. En él se la puede ver al final del partido dirigirse a la zona donde los jugadores del Quirinal y sus familiares celebraban la victoria sobre el propio terreno de juego. Una vez a su altura, el encuentro acaba con Lorena Ramos y su hijo Óliver en el suelo, tras recibir dos puñetazos y un empujón, agresiones que Andrea Pérez niega.

Pasado el momento de sofoco y tras recoger el merecido trofeo como tercer clasificado, el club avilesino dejó en manos de la madre del futbolista emprender las acciones legales oportunas, algo que Lorena Ramos hizo en la mañana de ayer lunes, en la Comisaría de la Policía Nacional de Avilés. En la denuncia se recoge el parte de lesiones sufridas como consecuencia de la agresión, elaborado tras ser explorada el mismo domingo en el Hospital Universitario San Agustín de Avilés.

Dolor cervical con inmovilidad son, según el parte médico, las principales consecuencias del incidente, lo que requiere tratamiento a base de calor local y fisioterapia. Algo que domina Lorena Ramos, actual fisioterapeuta del equipo senior de balonmano de la Atlética Avilesina, el Toscaf, que ejerce su profesión en Por Tu Salud Clínicas y que ha trabajado, entre otros clubes, en el Real Avilés y en el Navarro.

«He decidido poner la denuncia y que se divulgue para que no se repitan estos actos porque es el peor ejemplo que se les puede dar a niños de estas edades. Fue muy desagradable, un momento de muchos nervios, sobre todo por mi hijo, que no entendía nada. No la vi venir, estaba abrazando a Óliver y sentí un puñetazo en el brazo derecho. Quiso darme otro pero le dio al chiquillo y después nos tiró al suelo de un empujón», relataba ayer Lorena Ramos, ya más tranquila pero firme en su intención de «denunciar estos comportamientos y evitar que se repitan, porque hablamos de niños muy pequeños».

Sobre los motivos por los que la entrenadora riojana Andrea Pérez pudo reaccionar como lo hizo, Lorena nos pone en antecedentes: «En el primer partido del torneo los dos equipos se enfrentaron y es cierto que hubo algunos comentarios por parte nuestra -los padres del Quirinal- porque desde la primera jugada vimos que los jugadores del Comillas tiraban a puerta desde cualquier sitio, sin apenas jugar.

En estas edades los porteros muchas veces no llegan al balón si el remate es fuerte y hay críos que son muy grandes. Les reprochamos que eso era antifútbol, que jugaran un poco la pelota y hubo algún comentario, entre padres y con la entrenadora, pero no pasó de ahí».

Según Lorena Ramos, en el partido por el podio no se repitieron los intercambios verbales, hasta que con el pitido final la entrenadora del Comillas se fue directa a la madre del jugador del Quirinal para hacerle algún reproche. Un error de quien debe guardar la compostura porque su acercamiento acaba en una denuncia que ya está tramitada y que obligará a la riojana a comparecer en los Juzgados de Avilés cuando se ponga fecha a la vista oral.

Este periódico quiso conocer la versión del Comillas, de su entrenadora a través del director deportivo del club riojano, Miguel Ángel Caro, a quien el caso le cogía por sorpresa en su regreso de unos días de vacaciones.

Después de hablar con Andrea Pérez y con el coordinador del club, Iyán Godoy, al cargo de la expedición riojana, Caro trasladó una versión diferente de los hechos, no sin antes reconocer la imprudencia de su técnica: «No debió ir allí a nada porque las cosas, como así ha sido, se complican y ella reconoce que se equivocó, pero me asegura que en ningún momento hubo agresión ni empujón, que la señora se desequilibró con el crío y ambos cayeron al suelo».

Miguel Ángel Caro señala que «tanto la entrenadora como el coordinador, además de padres con los que he hablado, me cuentan que esta madre tuvo un comportamiento muy poco edificante y que durante todo el partido estuvo provocando, haciendo peinetas a nuestra gente. Puedo mostrar una captura del mensaje de la madre de nuestro portero, al que esa señora le dijo varias veces que era 'mongolo' y que aprendiera a sacar en corto. No puedo defender que la entrenadora fuese a recriminarle nada, pero tampoco se pueden pasar por alto actitudes como la de esta señora, cuyo comportamiento, al parecer, fue bochornoso».

Lorena Ramos desmiente que faltara al respeto a ninguno de los jugadores del Comillas y que «lo único que hice fue animar a los nuestros».