Un Llanera práctico da la sorpresa en Carballo

El plan de partido no sorprendió absolutamente a nadie. La primera parte transcurrió según lo diseñado por ambos entrenadores. Eso sí, con propuestas antagónicas. La del cuadro local pasaba por su irrenunciable apuesta por tener el balón y el protagonismo. La del Llanera, por su parte, por la expectativa y el castigo del error ante uno de los equipos que más a gusto se siente como dominador.

Resulta un ejercicio doblemente complicado resistir y mantener la solidez con una losa como la del Llanera con cinco derrotas seguidas. Pero lo cierto es que el engranaje permaneció realmente fiable durante una primera mitad en la que sí concedió oportunidades, pero por momentos también consiguió bloquear a un rival normalmente mucho más creativo. Concedieron los pupilos de José Luis Rodríguez muchos metros, y prácticamente todas las acciones de peligro generadas por su rival llegaron de forma idéntica: el lateral doblaba al interior y servía centros rasos. El referente Uxío tuvo una pelea constante con los centrales, que consiguieron que nunca encontrara una posición cómoda de remate. Pasada la media hora, el Bergantiños gozó de la oportunidad más clara. Hasta cinco remates en el área intentaron Lamelas y Marcos Remeseiro con una espectacular respuesta de Miguel en cuatro de ellos.

El Llanera esperaba un fallo del rival, y éste estuvo a punto de llegar en un par de acciones de salida de balón con pase atrás en los que Romaric no recuperó por muy poco. No llegaron a ser ocasiones, pero sí amenazas para quien solo miraba en una dirección.

Tras el paso por vestuarios, el cuadro preparado por José Luis Rodríguez probó a dar un paso al frente, y se encontró realmente a gusto. Además provocó dudas en un Bergantiños que no sabía qué plan adoptar. Bastaron dos córners seguidos para hacer aún más daño. En el segundo de ellos, Matías Fernández puso un balón magistral a la altura del punto de penalti para la entrada de Pape que, de cabeza, abrió el marcador. Podía intuirse el guión para la más de media hora final: el Bergantiños volcado y el Llanera que, si con 0-0 ya había resistido, ahora con un subidón moral lo haría con energía renovada. El conjunto anfitrión generó más por intensidad que por la claridad del inicio del duelo, aunque sí disfrutó de opciones claras, especialmente en un remate de Boedo que, tras superar a Miguel, Crespo salvó bajo palos.

Pero como reza una de las máximas del fútbol el perdón acostumbra a tener un castigo aún más cruel, y en una pérdida de Marcos Remeseiro, el recién ingresado Omar tocó su primer balón para asistir a Martín Pérez, que no marró en el mano a mano. A pesar del gusto del Bergantiños por la épica, y de los antecedentes en forma de postreros empates, solamente pudo el cuadro anfitrión reducir distancias ya en la prolongación, tras el enésimo centro de Blas con finalización de Escobar.