El Real Madrid vivió una montaña rusa emocional en este 2019 que cerró ante el Athletic desprovisto por primera vez de la escarapela de campeón del mundo tras 1.098 días de ininterrumpido reinado planetario. Esperanzados en enero por una efímera reanimación ... al dictado de Santiago Solari que les permitió recuperar la sonrisa hasta que el Girona les confrontó con su triste realidad una soleada mañana de mediados de febrero, los blancos se estrellaron en dos clásicos sin espacio para el resuello y fueron decapitados por el Ajax la víspera de su 117 cumpleaños. Abocada a una crisis de profundas dimensiones, la entidad de Chamartín finiquitó al rosarino y tras amagar con la vuelta de José Mourinho, se encomendó al ganador del trienio de 'orejonas' sin freno, que nueve meses después de su inesperada dimisión aceptó regresar como parapeto de la tormenta.
Publicidad
El 11 de marzo volvía Zinedine Zidane al Santiago Bernabéu. Se había marchado el 31 de mayo de 2018, cinco días después de amarrar la 'decimotercera' en Kiev, argumentando que el equipo necesitaba otro discurso para mantener la dinámica ganadora. Retornaba con su misma sonrisa tímida y una profesión de madridismo como simple explicación. «Vuelvo porque me llamó el presidente y como quiero al presidente y al club estoy aquí», dijo antes de afrontar un insípido tramo final de curso sin nada en juego para preparar la resurrección del conjunto de Chamartín. Once jornadas tediosas saldadas con un pobre balance de cinco victorias, dos empates y cuatro derrotas que suministraron munición a los críticos que le habían colgado la etiqueta de «alineador» y desdeñaban sus títulos aludiendo a la «flor» del marsellés.
Zidane llegaba con la hoja de ruta trazada y un amplio crédito dimanante no sólo de su condición de leyenda en el terreno de juego y en el banquillo sino también del rol de pararrayos de la directiva que asumió ante una hinchada que comenzaba a revolverse contra el palco y demandaba una revolución a la francesa.
La parroquia merengue arremetía contra la vieja guardia, con Marcelo, Kroos, Isco o Bale entre los principales señalados por una campaña horripilante, pero los cuatro figuraron en el primer once de la segunda etapa del preparador, que siguió dando carrete a los tres primeros aunque perdió la paciencia con el galés tras la derrota en Vallecas.
Noticia Relacionada
El '11' no entraba en los planes del técnico para el curso 2019-2020, que encabezaba Paul Pogba. Pensaba en su compatriota como piedra angular del nuevo proyecto, pero las astronómicas pretensiones económicas del Manchester United frustraron la llegada del 'box to box' galo pese a la inversión récord de 307,5 millones de euros acometida por la directiva para satisfacer otras pretensiones del entrenador en un verano en el que el Real Madrid reforzó su fondo de armario con el aterrizaje de Militao, Mendy, Rodrygo, Jovic, Areola y la joya de la corona, Hazard.
Publicidad
Los decepcionantes resultados de una pretemporada sacudida por la gravísima lesión de Marco Asensio aumentaron la presión sobre el preparador, obligado a acomodar en la plantilla a Bale ante la falta de ofertas por el 'Expreso de Cardiff' y a James, con el que tampoco contaba cuando se fue de vacaciones.
Con un plantel descompensado en el que proliferaban mediapuntas y Casemiro aparecía como único dique de contención, Zidane encaró la nueva campaña determinado a devolver el esplendor al antiguo régimen sin contravenir el deseo de la directiva de foguear a los nuevos talentos reclutados a golpe de talonario. El inicio fue descorazonador. La estrepitosa derrota en el Parque de los Príncipes y una noche de Brujas en el Bernabéu hicieron aflorar el fantasma de la Liga Europa y pusieron en la cuerda floja al técnico, que salvó la cabeza en Estambul tras un tropiezo en Son Moix que devolvió el espectro de Mourinho. Otro coqueteo con el averno que precedió a una escalada de más de dos meses que han dejado al Real Madrid mano a mano con el Barça en la Liga y citado con el Manchester City en octavos de la Champions.
Publicidad
Fiel a la 'guardia de corps' que le catapultó a la gloria en Milán, Cardiff y Kiev, pero apostando también por jóvenes diamantes como Valverde o Rodrygo que están respondiendo con creces a la confianza del técnico, Zidane ha enderezado al Real Madrid y le ha devuelto el orgullo y la ambición. Con Benzema como puntal a la espera del retorno de Hazard, que se vio frenado por una lesión de tobillo cuando comenzaba a reclamar el estandarte, los blancos vuelven a creer de la mano de su particular Mesías.
3 meses por solo 1€/mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.