El Sevilla completa su semana fantástica

El equipo sevillista lleva una buena trayectoria deportiva, segundo en LaLiga Santander, en dieciseisavos del torneo continental y en octavos de la Copa, pero este lunes se desató una gran polémica en la junta general de accionista por la posibilidad que el club cambie en un futuro de propietarios y que los nuevos sean ajenos a la entidad.

El ambiente de crispación se vio el jueves en el partido europeo disputado en el Sánchez Pizjuán ante el Krasnodar ruso, que se saldó con éxito (3-0) pero la grada aireó con fuerza sus reproches al consejo de administración.

Pocos días después llega una nueva comparecencia como local y ahora para defender la privilegiada segunda plaza que ocupa en el torneo doméstico después de sacar meritorios empates a uno en dos salidas consecutivas a los complicados campos del Alavés y del Valencia.

El pasado sábado, además, se le fueron en Mestalla dos puntos en la prolongación de un partido en el que el equipo del técnico soriano dejó una buena impresión.

De vuelta al Sánchez Pizjuán en LaLiga, Machín se encontrará con su exequipo, que con Eusebio Sacristán mantiene la fortaleza que mostró la pasada campaña cuando con el ahora entrenador del Sevilla debutó en la máxima categoría.

En el Sevilla se tiene en cuenta que el Girona, que perdió el pasado lunes en la prolongación, y de penalti, ante el Athletic su primer de la campaña como visitante, es uno de los mejores hasta el momento a domicilio, condición en la que sumó más puntos que como local.

Para esta cita, Machín recupera a un jugador de los indiscutibles, el extremo Pablo Sarabia, quien ante el Krasnodar no jugó por sanción, aunque por este mismo motivo pierde ahora a otro de los titulares, el centrocampista argentino Franco 'Mudo' Vázquez.

En el capítulo de lesiones, ya el jueves ante los rusos reapareció el lateral derecho Jesús Navas, en un partido en el descansó por precaución el central danés Simon Kjaer, quien también ya está disponible.

El entrenador soriano sigue con las bajas de Aleix Vidal y del francés Maxime Gonalons, carrilero y centrocampista que prosiguen sus procesos de recuperación de lesiones.

Los caminos de Pablo Machín y el Girona, que se separaron cuando este verano el técnico soriano aceptó la tentadora oferta del Sevilla, volverán a cruzarse este domingo en la visita del conjunto rojiblanco al Estadio Ramón Sánchez Pizjuán.

Será un encuentro en el que el cuadro hispalense, reforzado anímicamente después de clasificarse por los dieciseisavos de final de la Europa League, intentará regresar a la senda del triunfo en la competición regular para acercarse al líder, el Barcelona de Ernesto Valverde.

Será un día muy especial para el Girona, que se medirá por primera vez al técnico que le condujo hasta la máxima categoría del balompié estatal.

Pablo Machín desembarcó en Cataluña en marzo de 2014 para enderezar el rumbo de un equipo hundido que parecía condenado al descenso a la Segunda B.

Después de salvarlo en la última jornada, tras de ver cómo se frustraban dos ascensos en las eliminatorias, el Girona acabó aterrizando en la elite el 4 de junio del 2017, una fecha inolvidable para una ciudad que, acostumbrada a vivir de espaldas a su equipo, cayó rendida ante el fútbol aguerrido de los discípulos de Machín.

Uno de los pocos retos que el conjunto rojiblanco no pudo cumplir en la temporada pasada, la de su debut en Primera División, fue el de derrotar al Sevilla, vencedor en Montilivi (0-1, Luis Muriel) y en el Ramón Sánchez Pizjuán (1-0, Pablo Sarabia).

De hecho, el cuadro hispalense es, junto al Eibar (4-1 en Ipurua; 1-4 y 2-3 en Montilivi), uno de los dos únicos equipos contra los que el Girona todavía no ha puntuado desde que está en Primera División.

La única novedad en la convocatoria de Eusebio Sacristán es la presencia del centrocampista del filial Seung-Ho Paik en lugar del catalán Èric Montes, el futbolista del Peralada-Girona B que, junto a José Aurelio Suárez y Valery Fernández, completó la lista en el encuentro del lunes ante el Athletic Club.

En San Mamés, los rojiblancos vieron cortada una racha de hasta ocho partidos consecutivos sin conocer la derrota tras caer por un 1-0 tan ajustado como polémico.

El Sevilla, merced a una nueva victoria (2-0) en su estadio, en esta ocasión ante el Girona, defendió la segunda posición en una tabla muy apretada en la zona alta, en un partido en el que la formación andaluza tuvo paciencia para superar en la segunda parte a un rival que mostró muy buenas maneras hasta que encajó el primer tanto.

Las victorias del Atlético de Madrid y del Real Madrid el sábado obligaron aún más al conjunto hispalense a lograr un nuevo triunfo en el Sánchez Pizjuán para consolidarse en los puestos de Liga de Campeones y en la segunda plaza de la clasificación con la que inició esta jornada.

Los del extécnico del Girona Pablo Machín salieron con un once de garantías en el que solo faltaba por sanción el centrocampista argentino Franco 'Mudo' Vázquez pero al que volvía a la titularidad el extremo Pablo Sarabia, que estuvo también sancionado en el partido de la Liga Europa ante el Krasnodar ruso, y el carrilero diestro Jesús Navas, recuperado de una lesión.

Pronto mostró el Girona sus buenos recursos, los que le tienen como uno de los equipos mas efectivos como visitante de la categoría y que también mostró el pasado lunes en Bilbao ante el Athletic Club, ante el que perdió (1-0) en la prolongación y de penalti.

El partido estuvo abierto, porque el conjunto gerundense no tuvo ningún reparo en irse con descaro hacia la portería del checo Tomas Vaclik y el sevillano salir a la contra para plantarse rápido en las inmediaciones de meta Gorka Iraizoz, quien volvía a ser titular por la lesión de marroquí Yassine Bounou 'Bono'.

Con el paso de los minutos se vio mas cómodo a la formación que dirige Eusebio Sacristán, con más control en el centro del campo ante un rival que perdió pronto el balón y que estuvo impreciso en sus culminaciones en el ataque.

Se recompuso el Sevilla cuando logró equilibrar el poderío en la medular y a la media hora llegó una gran ocasión para que los locales abrieran el marcador, pero a un remate con mucha intención de Pablo Sarabia le respondió perfectamente Gorka Iraizoz con una mano salvadora.

Contestó ya cerca del descanso el equipo visitante con el uruguayo Christian Stuani y fue ahora Vaclik el que respondió, mientras que Roque Mesa también hizo trabajar a Iraizoz para que el partido se fuera al descanso con el 0-0.

Empezó la segunda mitad otra vez con el Sevilla un tanto dormido pero también con esos zarpazos que le podían hacer daño a un rival que no se descompuso pero que se encontró con un penalti en contra de Juampe Ramírez al portugués André Silva y que transformó el argentino Éver Banega a los 55 minutos.

El 1-0 dispuso un nuevo partido con el Girona mas atrevido y el Sevilla, a la contra, con ganas de encontrar un segundo tanto que dejar encarrilado el choque, gol que logró a los 64 minutos por mediación de Sarabia no si antes que el árbitro balear Guillermo Cuadra Fernández consultara con el VAR.

Eusebio movió el banquillo y dio entrada a Aleix García y al costamarfileño Seydou Doumbia, aunque éste poco minutos después tuvo que ser sustituido por lesión, para encontrar soluciones y meterse en el partido, aunque por momentos fue el Sevilla el que perdonó el tercero y el partido acabó con un suficiente 2-0.