El Atlético vuelve a dar un paso atrás y se despide de la Liga

El Atlético volvió a dar un paso atrás en la segunda parte con el marcador a su favor y el partido controlado y perdió en Cornellà dos puntos como consecuencia de un penalti cometido por Lenglet, para alejarse aún más de la pelea por el título y empañar el golazo de Azpilicueta que abrió el marcador. La espectacular volea desde fuera del área del veterano jugador navarro no sirvió para dar la victoria al equipo rojiblanco, porque el conjunto de Simeone volvió a mostrarse conformista con su mínima ventaja, lo fio todo a su defensa y una pena máxima de uno de sus centrales al agarrar con insistencia a Cabrera le condenó con un penalti que no falló Puado.

De la posibilidad de continuar agarrado a la lucha por la Liga a cuatro días de recibir al Barça en la vuelta de semifinales de Copa tras el 4-4 de Montjuic pasó el Atlético en la segunda mitad a decir ya de forma definitiva adiós al campeonato, después de tres encuentros seguidos sin ganar. El equipo rojiblanco volvió a tropezar en la misma piedra del conservadurismo y permitió crecer al Espanyol, que se encontró con un error de Lenglet y desde que logró el empate no dejó de insistir en busca de otro tanto. El Atlético, sin embargo, prácticamente desapareció de medio campo hacia delante tras el descanso, después de haber sido superior en el período inicial y confirmar entonces su dominio con un derechazo tremendo de Azpilicueta, que marcó su primer gol en Primera División.

Ese trallazo a la escuadra del navarro fue protestado por el Espanyol por una presunta falta previa de Sorloth a Kumbulla, pero ni el árbitro ni el VAR vieron acción punible del noruego y el 0-1 subió al marcador en un momento muy oportuno para el Atlético, que encontró un justo premio, aunque su fútbol, con rotaciones en el once, no fuese notable en la primera parte. Fue a peor sin embargo en la segunda mitad, cuando se olvidó de seguir dominando y cedió el balón y la iniciativa al Espanyol.

En esta ocasión los cambios de Simeone no dieron ningún resultado y alguno, como el de Nahuel Molina por Giuliano, fueron perjudiciales para el Atlético, que una vez más se quedó sin un triunfo imprescindible por no mantener la ambición ni la intensidad necesarias. La entrada de Julián Álvarez por Sorloth para acompañar en ataque a Griezmann, ya el jugador extranjero con más partidos en la Liga, también pasó desapercibida.

El regaló de Lenglet permitió que el Espanyol sumase ya su noveno partido consecutivo sin perder en Cornellà y olvidar no solo la polémica acción previa al gol de Azpilicueta, sino también un posible penalti de Lino a Jofre al filo del descanso. Un cuarto de hora antes, para no correr riesgos con Le Normand por un cabezazo con Roberto en la pelea por un balón, Simeone retiró al internacional español y cambió al acompañante de Lenglet, cuya acción al intentar frenar a Cabrera tras un saque de falta resultó finalmente fatídica para un equipo que jugó una vez más con fuego y se quemó.

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