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Equipo titular del Barça en Granada.
El campeón intratable que tuvo que superar una crisis final
PRIMERA DIVISIÓN

El campeón intratable que tuvo que superar una crisis final

El Barça conquistó su Liga número 24 pese a un inicio dubitativo y un final nervioso, pero con seis meses invicto por el medio que le dieron la diferencia

P. Ríos

Lunes, 16 de mayo 2016, 02:44

El FC Barcelona ha tenido que esperar a la última jornada para revalidar un título de Liga que la pasada temporada conquistó en el penúltimo partido. Visto así, pese a la emoción final, no hay tanta diferencia. Sin embargo, esta vez la sensación ha sido de mayor sufrimiento por culpa de una mes nefasto, al regreso del último parón de selecciones, en el que perdió tres encuentros seguidos ante Real Madrid (1-2), Real Sociedad (1-0) y Valencia (1-2), además de caer eliminado por el Atlético de Madrid en cuartos de final de la Liga de Campeones. Como venía de un empate en Villarreal (2-2) que entonces parecía bueno, el equipo de Luis Enrique ganó solo un punto de doce posibles y acabó quemando un enorme colchón de puntos que no hacían presagiar un final de Liga tan apretado.

Con menos brillo y chispa que en la mayor parte del curso, el equipo de Luis Enrique por lo menos pudo recuperar la mejor actitud para enlazar victorias bajo presión (solo con el 'goal average' particular favorable con el Atlético, hasta su pinchazo frente al Levante, y un punto con el Madrid) que al final le han bastado ante dos rivales desgastados tras clasificarse para la gran final europea.

Tras ganar el triplete la pasada temporada, Liga, Copa y Liga de Campeones con superioridad, goles y espectáculo, el Barça se vio metido en el irrenunciable reto de intentar ganar los seis títulos oficiales de 2015 porque el primer proyecto de Pep Guardiola hizo el pleno en 2009. Así, con los internacionales sudamericanos recién llegados de vacaciones tras la Copa América, ya ganó la Supercopa de Europa al Sevilla con mucho sufrimiento y un gol en la prórroga de Pedro que supuso el 5-4 final.

Con apenas 48 horas de descanso entre el regreso del viaje de Tbilisi, ya afrontó el desplazamiento a Bilbao para la ida de la Supercopa de España, sucumbiendo 4-0 en un trofeo que cedió tres días después en el Camp Nou (1-1). Se encendieron las alarmas porque la minipretemporada había sido más comercial que deportiva y tres partidos oficiales tan madrugadores mostraron las carencias.

La marcha de Pedro al Chelsea por voluntad propia, harto de vivir a la sombra de un tridente como Messi, Luis Suárez y Neymar que lo quieren jugar todo, debilitó a un Barça que por la sanción de la FIFA no iba a poder utilizar a sus fichajes Arda Turan y Aleix Vidal hasta enero de 2016. La baja de Xavi tras el triplete, pues, no se cubría todavía. El inicio de Liga no fue fácil, con Neymar con paperas y victorias por la mínima ante el propio Athletic (0-1) y Málaga (1-0), pero con el 1-2 en el Calderón contra el Atlético el Barça parecía recuperar el nivel. No fue así y de los cuatro siguientes partidos perdió dos ante el Celta en Vigo (4-1) y el Sevilla en el Pizjuán (2-1), además de perder a Messi por lesión en la rodilla durante dos meses.

Hacerse fuertes

Curiosamente, ese fue el momento en el que Luis Enrique logró que su equipo se hiciera fuerte. Todos aportaron algo más para que no se notara la ausencia del '10' con explosiones como la de Sergi Roberto y desde aquel 3 de octubre el Barça no volvió a perder hasta el citado 1-2 ante el Madrid en el clásico el 2 de abril, una racha de seis meses invicto, 39 partidos oficiales, nuevo récord en el fútbol español. Por el medio, un Mundial de Clubes en diciembre que supuso el quinto título de 2015 y durísimas eliminatorias de Copa para comenzar 2016 ante Espanyol y Athletic. Otra vez el equipo azulgrana, con un tridente demoledor, seguía superando obstáculos camino de otro triplete. El bache posterior al Mundialito, habitual en los clubs europeos que lo disputan, no llegó y nada hacia vaticinar que se produjera.

Pero el Barça también es humano y finalmente acusó todo de golpe: la pretemporada comercial, las pocas rotaciones de Luis Enrique, el desgaste del tridente, el virus FIFA, la inadaptación de los 'fichajes' Arda Turan y Aleix Vidal. Durante un mes se desmoronaba todo, afortunadamente sin crisis interna. Y eso es un peligro en un club que sabe vivir, pero no sobrevivir. En ese sentido, Luis Suárez sacó el carácter para liderar el ataque en las últimas jornadas y marcharse hasta el Pichichi con nada menos que 40 goles y Messi, aunque sin velocidad, se implicó en la creación, más generoso que nunca.

Neymar ya no pudo salir del agujero futbolístico en el que había entrado, pero el Barça tuvo suficiente para ganar su Liga número 24 y recuperar la autoestima de cara a la final de Copa del 22 de mayo ante el Sevilla. No será un triplete y la Liga nunca está mal, pero un doblete seguiría siendo la demostración de que el ciclo exitoso del Barça se mantiene.

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