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P.RÍOS
Miércoles, 17 de junio 2015, 18:48
Con los socios más pendientes de las aventuras de Leo Messi, Mascherano, Neymar, Alves y Claudio Bravo en la Copa América, incluso de Ter Stegen en el Europeo sub-21, porque al final el fútbol es lo que más interesa, las elecciones a la presidencia del Barça van adquiriendo una cuota de protagonismo que irá creciendo a medida de que comience la campaña real, una vez superen el corte de las 2.534 firmas los candidatos finalistas.
De momento, la irrupción de Joan Laporta, que anunció la presentación de su precandidatura para el próximo lunes, garantiza el espectáculo, mientras que Josep Maria Bartomeu, que presentará la suya este viernes, ha visto como los conflictos judiciales que sigue acarreando el caso Neymar le salpican en el peor momento, justo cuando su gran rival en las urnas saca pecho. El ex presidente más reciente por lo menos tiene la tranquilidad de que, ahora sí, los barcelonistas valoran que el club acelerara la contratación de un futbolista como el brasileño, llamado a marcar un época, y son muchos los que perdonarían alguno de los regates realizados por Barcelona para arrebatar una crack de tal dimensión al Real Madrid hace dos temporadas.
En este caso se trata de la admisión por parte del juzgado número 5 de la Audiencia Nacional de una nueva querella contra el expresidente del Barça, Josep Maria Bartomeu, y también contra Neymar, después de que la empresa DIS, que tenía los derechos del brasileño antes de su traspaso, denunciara a todos los que participaron en la operación de estafarles 40 millones de euros al establecer acuerdos sin contar con el contrato que ellos tenían firmado con el crack. Además de los dos citados, están denunciados el expresidente Sandro Rosell, el padre de Neymar y los dos clubes, Barcelona y Santos. La Fiscalía ha dado el visto bueno a una querella que habla de corrupción y estafa. En Brasil también sigue su curso la misma demanda.
De momento reina el fair play entre los precandidatos que van presentando poco a poco sus programas, un día la parte económica, otro la deportiva, la social, la institucional y todo lo que haga falta fraccionar para aparecer el mayor número de días posible ante los medios de comunicación. Ahora toca vender buena imagen, calma y nada de crispación.
Pero se intuye que los cuchillos están afilados para cuando se caliente el asunto y a Bartomeu le van a pinchar por el lado judicial: el caso Neymar, el caso FIFA Será inevitable porque el ex presidente arranca como favorito debido a los éxitos deportivos de los últimos meses, la buena gestión del lío entre Messi y Luis Enrique y a algunas decisiones enérgicas como las renovaciones del técnico y de Dani Alves, ambas muy populares y al gusto del socio.
La forma de debilitarle es hurgar en esa herida judicial, un terreno que Joan Laporta conoce muy bien. No podrá hacerlo Toni Freixa porque sale de la junta directiva que ha provocado el desaguisado. Agustí Benedito tiene otro talante, se cree con muchas opciones por su segundo puesto en 2010 e intentará no ensuciarse en el barro de las acusaciones personales porque lleva cinco años captando adeptos con buenas palabras. Jordi Majó, la experiencia, y Jordi Farré, el aire fresco, deberán hacerse un hueco mediático el día que comiencen las hostilidades entre Bartomeu y Laporta.
El que fuera presidente entre 2003 y 2010 causará impacto con su equipo de colaboradores y apoyos, con ex jugadores de todas las secciones muy queridos por la afición. Tendrá que demostrar que ha cambiado su actitud arrogante de sus últimos años en el mando, antes de dedicarse a la política sin ninguna revelancia entre los ciudadanos. Se aburrió. En el fútbol se divierte más.
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