La Roma fue un muro en Leverkusen y luchará por la Europa League

Lo intentó siempre, pero no pudo el equipo de la aspirina cumplir su sueño de luchar por el que podría haber sido su segundo título continental tras esa épica Copa de la UEFA que le arrebató al Espanyol de Clemente en 1988 por penaltis tras remontar tres goles en el partido de vuelta. Mou, en cambio, estará en su novena final como técnico e igualará el régistro de Carlo Ancelotti.

El guion previsto, con la Roma defendiendo sin ningún rubor y el Leverkusen al ataque, pero con pocas armas. No es elegante, ni brillante, pero le sienta bien ese traje al equipo de Mourinho, tal y como demostró, por ejemplo, cuando visitó Anoeta en octavos. Equipo corto y balones largos para que Abraham intentase aguantarlos de espaldas. Cero sustos para Hradecky en el primer acto.

Enfrente, los germanos, más vistosos pero con menos argumentos en su plantilla, eran un quiero y no puedo. Movieron bien el balón, pero apenas profundizaron. Solo a veces por la derecha con el neerlandés Frimpong y el francés Diaby, que lanzó un disparo al travesaño. Demirbay, el sustituto del lesionado Andrich, la brújula para Xabi Alonso, lo intentó varias veces de lejos pero sin apurar a Rui Patricio.

La segunda mitad se reanudó con Wijnaldum en las filas romanistas y bengalas encendidas en un fondo, lo que provocó una enorme humareda y que el choque se interrumpiera dos minutos. Lamentable. Perjuicio para los locales, que no le hicieron ni cosquillas a la Roma, más allá de un disparo de Azmoun. Se le quedó un balón suelto en el área, pero el iraní lanzó desviado. Mucho parón y poco juego. Objetivo cumplido para Mou.