La liga china echa a andar con Mascherano y sin tanto derroche

Fiascos como el del ‘Apache’ y las nuevas normas por las que los clubes chinos ven limitada su capacidad de gasto han hecho que las aguas vuelvan a su cauce y se frene la locura gastadora de anteriores ejercicios.

Ello no ha evitado la llegada de figuras como el también argentino Mascherano, que dejó el Barcelona para unirse al Hebei Fortune, uno de los favoritos. Por parte del Shanghai SIPG, los brasileños Oscar y Hulk se presentan como las puntas de lanza.

El campeonato empieza el viernes a lo grande con un derbi entre el vigente campeón, el Guangzhou Evergrande que entrena Fabio Cannavaro, y el Guangzhou R&F.

La llegada de Mascherano a China ha sido recibida por algunos con escepticismo. La carrera del defensa de 33 años está en la parte final y muchos recuerdan el caso de Tevez y su año desastroso en el Shanghai Shenhua. El fichaje de ‘Masche’ ha sido el más destacado para la nueva temporada y su actitud será probablemente diferente a la de Tevez. Más allá del glamour y de la cota de popularidad que aporta, Mascherano sumará al Hebei Fortune su experiencia y su capacidad de lucha.

En las últimas semanas, el Beijing Guoan y Cédric Bakambu, que abandonó el Villarreal para emigrar a China, han acaparado titulares. La Federación China de Fútbol (CFA) impuso el año pasado una tasa equivalente al coste del traspaso para los fichajes de jugadores extranjeros y el Beijing Guoan se ha esforzado por intentar esquivar esta regla, sembrando durante semanas incertidumbre sobre el futuro del jugador. La CFA está decidida a no dejar que otros equipos intenten maniobras extrañas. Más allá de ese pulso particular, Bakambu tomará contacto con una liga donde probablemente encuentre defensas más generosos que los que tenía enfrente en la Liga española.

Fabio Cannavaro, el capitán de la selección italiana campeona del mundo en 2006, hizo un buen trabajo al frente del Tianjin Quanjian. Llevó al equipo a la Liga de Campeones asiática la pasada temporada y luego pasó a ocupar el lugar de Luiz Felipe Scolari en el banquillo del Guangzhou Evergrande. Ese equipo ha ganado la liga china en siete ocasiones y el reto ahora es lograr el octavo título.

El Evergrande no ha tenido grandes refuerzos tras la pasada temporada y los primeros resultados para Cannavaro son discretos, con dos empates en la Champions asiática, entre ellos un empate 1-1 ante el Buriram United tailandés. Donde sí funcionó bien el equipo de Cannavaro fue en la Supercopa de China, con una goleada 4-1 sobre el Shenhua.

Andrés Vilas-Boas, exentrenador de Oporto y Chelsea, no consiguió ganar un trofeo en su primera y única temporada en el Shanghai SIPG. Dimitió y fue reemplazado por su compatriota portugués Vitor Pereira, que en su anterior trabajo, en el Múnich 1860, no pudo evitar el descenso del histórico equipo alemán a la tercera división.

Los hinchas quedaron algo decepcionados con ese nombramiento, pero las primeras señales son positivas: el Shanghai SIPG ha ganado tres partidos de tres disputados en la Liga de Campeones de Asia. Con Hulk y Oscar, el SIPG tiene mucha capacidad ofensiva, que ahora tendrá que saber traducir en títulos.

La Federación China se decidió a poner fin a la locura del mercado de fichajes y para ello creó su tasa, con el objetivo de limitar la llegada de jugadores extranjeros a precio de oro.

Pero la mano dura no sólo termina ahí: Villas-Boas fue suspendido en dos ocasiones la pasada temporada por infracciones menores, mientras que Oscar fue castigado con ocho partidos por haber iniciado una tangana.

El gobierno chino apoya los planes de la Federación China para fomentar el talento local y evitar el derroche.