Joao Félix despeja la maldición en el Este

Precisamente ante el cuadro italiano comenzó esta edición y fue capaz de igualar un 0-2 que le mantiene con todas las opciones en un grupo D que ahora mismo lidera un Lokomotiv que en la primera jornada fue capaz de imponerse en la primera jornada al Bayer Leverkusen. El equipo rojiblanco está en un proceso de reconstrucción y tras la dolorosa derrota en Anoeta está buscando conseguir su famosa fortaleza defensiva y recuperar su acierto goleador con el balón parado como aliado principal. Y es que pese a contar con un tridente envidiada por media Europa no demuestra pegada de cara a la meta rival. Y es que en Liga lleva tampoco ha marcado en tres de las últimas cuatro jornadas.

Antes de viajar a Mallorca, donde ganó el único de sus últimos cinco partidos, probó con el tridente pero no lo usó. Habrá que ver qué decide ahora. Joao Félix, fichaje estrella en el pasado mercado, en ocho encuentros lleva dos goles y una asistencia en Liga; Diego Costa ha marcado solo uno en Liga como o un Álvaro Morata, quien tras perderse por sanción el derbi contra el Real Madrid, estará de nuevo disponible en Moscú. En principio el punta madrileño entrará en el equipo por Vitolo, que no estará por problemas físicos en el muslo izquierdo y ya se ha perdido 12 partidos por lesión desde que llegó al Atlético. En principio, son seguros Oblak, Giménez, Lodi, Koke, Saúl mientras que en defensa podría dar opciones a Arias, Felipe y en el centro del campo podría contar con minutos Herrera, goleador sobre la bocina ante la Juventus y Lemar.

Enfrente estará el Lokomotiv Moscú, con el que jamás ha perdido pero que viene de disputar «dos últimos partidos fantásticos», a juicio de su técnico Yuri Siomin, el último ante el todopoderoso Zenit (1-0) y ya es segundo en la liga rusa con los mismos puntos que el CSKA. Siomin, al que algunos ven como un Luis Aragonés ruso, no podrá contar con los hermanos Alexéi y Antón Miranchuk. En principio un viejo conocido de la Liga como el polaco Krychowiak -goleador en Alemania y ante el Zenit- tendrá que asumir más responsabilidad junto al ruso Bárinov (al que ha llamado el seleccionador Stanislav Cherchésov) en un equipo que aún tiene presentes «los errores cometidos hace año y medio» en el doloroso 1-5 en la vuelta de los octavos de final de la Europa League, ganada semanas después por el Atlético en Lyon.

«La mejor cualidad del Atlético es el grupo, que conoce sus funciones y cumple todo lo que exige el técnico. Debemos estar concentrados y no repetir los mismos errores», avisó. Uno de los que debe mostrar más carácter competitivo es Benedikt Howedes, que ha llegado tras su larga carrera en el Schalke 04 y un breve paso por la Juventus y que ahora comparte una línea de tres centrales con el brasileño Murillo Cerqueira. «Nos espera un partido difícil con el Atlético, pero ya hemos mostrado nuestra fortaleza en el partido contra el Bayer. Espero que los aficionados nos empujen», aseguró el alemán, encantado con el apoyo de una afición siempre ruidosa y que presiona. Oblak tendrá que tener cuidado con Smólov y Joao Mario, portugués que está cedido por el Inter en el conjunto ferroviario.

Joao Félix ya da victorias. El Atlético ganó en Moscú al Lokomotiv con un gol del joven talento portugués y otro de Thomas y de pasó despejó lo que amenazaba con convertirse en una especie de maldición al otro lado de lo que en su día fue el Telón de Acero, donde en los últimos años el equipo rojiblanco había pinchado en la fase de grupos de la Champions ante el Zenit de San Petersburgo, el Astana o el Qarabag.

Simeone mostró sus cartas desde el mismo once inicial, con el esperado tridente formado por Joao Félix, Morata y Diego Costa en escena por vez primera. El empate de la primera jornada ante la Juventus en el Metropolitano y la victoria del Lokomotiv en su visita al Bayer Leverkusen obligaba al Atlético a salir airoso de Moscú y el equipo ruso, con nombres conocidos como Corluka, Howedes o Krychowiak, esperó en campo propio ya desde el inicio ante las acometidas colchoneras, con sendos cabezazos de Giménez, un mano a mano de Morata ante Guilherme invalidado por fuera de juego y especialmente con un remate bajo palos, a bocajarro y sin portero, que inexplicablemente Diego Costa envió fuera.

Demasiado perdón ante un equipo ruso que vive cómodo cuando está replegado y que a medida que avanzaba la primera parte fue tomando oxígeno y pisando zonas del campo comprometidas para el Atlético a través de Krychowiak, Zhemaletdínov o Smólov. El tedio en el que amenazaba con convertirse el partido lo rompió Thomas con un enorme pase en profundidad para Koke, que a su vez cedió de tacón para el remate de Morata, desviado en última instancia por Guilherme. Al menos una cucharada de caviar que llevarse a la boca antes del descanso.

El equipo ferroviario parecía un hueso duro de roer, pero Joao Félix regresó de vestuarios dispuesto a desatascar el partido. Dicho y hecho. Gol del portugués para adelantar al Atlético y poner el partido cuesta abajo. Apenas unos minutos después, nuevo detalle del ex del Benfica con un enorme pase para Costa, que a su vez sirvió en bandeja de plata el gol a Thomas. Partido resuelto, más aún si Oblak está ahí, como siempre, para evitar hasta en dos ocasiones el 1-2 de Krychowiak.