Rodrigo Errasti Mendiguren
Domingo, 7 de junio 2015, 19:13
El Barcelona tocó el cielo en Berlín. Alcanzó su quinta Champions de su historia -lo que le pemite quedarse el trofeo en propiedad-, la cuarta (2006, 2009, 2011 y 2015) en una década en la que nadie ha logrado una segunda corona y sobre todo consiguió su segundo triplete. No hay duda de que esta generación ha marcado una época. «Pensábamos que era irrepetible ganar el triplete y lo hemos vuelto a conseguir en seis años. Es una hazaña muy difícil de conseguir y lo hemos hecho. Pocas veces más habrá un triplete. Con el paso del tiempo se valorará más», soltó con lágrimas en los ojos Andrés Iniesta sobre el césped del Olympiastadion. Celtic, Ajax, PSV, Manchester United, Inter y Bayern están ahora un punto por debajo en la historia del fútbol. «La clave fue la humildad, la unión entre todos durante toda la temporada», afirmaba Luis Suárez, autor del gol que desniveló la final ante la Juventus.
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Una vez conseguido el reto del 'triplete', algo que el Real Madrid pese a sus diez copas de Europa nunca ha podido conseguir, el siguiente reto para el Barcelona será el 'sextete', palabra con la que estos años se ha llamado a lo conseguido por el Barcelona en 2009. «Retos siempre hay, ahora tenemos que pensar en las Supercopas y el Mundialito para intentar volver a lograr los seis títulos», avanzaba Andrés Iniesta cuando recogía el premio al mejor jugador de la final pensando en emular lo vivido seis años atrás. Entonces, el equipo de Guardiola logró las seis competiciones oficiales en un año natural (Copa, Liga, 'Champions', Supercopa, Supercopa de Europa y Mundial de Clubes). El Athletic -en la Copa y Supercopa-, el Manchester United, Shakhtar Donetsk y Estudiantes de la Plata fueron los rivales en las finales. Sólo el Ajax, en 1972, logró todos los títulos en juego pero entonces no había Supercopa neerlandesa y se quedó en cinco, como el Barcelona en 2011 (entonces el Real Madrid le quitó la Copa del Rey).
El primer rival para que el nuevo campeón europeo pueda igualar tal gesta, será el Sevilla en la Supercopa de Europa. El encuentro, que antes se celebraba en Mónaco antes del sorteo de la fase de grupos de la 'Champions', ha pasado a ser jugado en un escenario distinto desde 2013. Después de Praga, donde ganó el Bayern a penaltis al Chelsea, y Cardiff, cuando el Real Madrid ganó 2-0 al Sevilla, será la ciudad georgiana de Tiflis la que acoja el primer gran encuentro de la 15-16. Se celebrará el 11 de agosto en el Boris Paichadze a las 20 45 horas.
Para los hispalenses será la cuarta vez que disputan el trofeo. La primera vez fueron capaces de superar al Barça de Rijkaard, por 3-0, en la segunda cayeron ante el Milan de Ancelotti, días después de la muerte de Puerta, y en la última ante el Real Madrid, en la citada de 2014.
Ahora todo es jolgorio y armonía, pero hace apenas cinco meses el club entero parecía escurrirse por un sumidero. Leo Messi y Luis Enrique enfrentados, Andoni Zubizarreta destituido, Carles Puyol dimitiendo y Josep María Bartomeu investigado por la justicia por el caso Neymar. El brasileño, junto a Luis Suárez, logró, a base de goles y polémicos regates, ir girando la atención mediática hacia los números espectaculares del tridente, que termina la irrepetible campaña con 122 goles. La clasificación a la final de Copa fue el primer paso para ir calmando las aguas, pero fue la victoria en el Clásico que aseguró media Liga y los triunfos ante los campeones inglés, francés y alemán lo que permitieron llegar al Barcelona con opción de igualar el histórico registro del equipo de Pep Guardiola. Luis Enrique, que se ha sentido dolido y ha buscado en el apoyo del Camp Nou en plena celebración la coartada ideal para cumplir su contrato, ha conseguido armar un equipo en torno al mejor Leo Messi, que conectó mejor con Suárez y con Neymar que con el asturiano. El argentino firmó una tregua con el entrenador y el asunto empezó a fluir. En Berlín, tal y como sucedió tras la final de Copa, se abrazaron después de otra exhibición del argentino para sepultar el cisma vivido tras la derrota del Barça en Anoeta. Luis Enrique cedió en algunos aspectos ante el vestuario y el equipo, liderado por la mejor versión del rosarino, fue mejorando en todas las competiciones hasta acabar consiguiendo un triplete histórico. En la final brillaron también Suárez y Neymar, que ya tienen su 'Champions'. El uruguayo, que hablaba por el móvil en el mismo césped mientras caminaba junto a un sonriente Messi, afirmó después: Es increíble ganar con el club que siempre soñé».
La cuarta de Iniesta, Messi y Piqué
Para que pudiera lucir el tridente otros tuvieron que sacrificarse, ejerciendo un rol más secundario del habitual. Rakitic, que abrió el marcador en Berlín y se convirtió en el primero que gana consecutivamente Liga Europa y Liga de Campeones pese a cambiar de equipo, adoptó un rol de escudero correcaminos. Igual que un Andrés Iniesta cuyos sus números y fútbol decrecieron debido al vertiginoso nuevo estilo del equipo. El '8', eso sí, fue el mejor en Berlín, el día clave, y se notó que necesitaba un partidazo así porque pocas veces se le recuerda tan emocionado. El manchego es junto a Xavi, que dejó el club después de 18 años como el español con más títulos de la historia al alcanzar 25, y Messi, el único que ha participado en las cuatro de la década más prodigiosa culé.
Hay más que suman tres 'Champions', como Busquets, Alves o Piqué, aunque el central vaticinó: «Todavía quedan años para ganar más. Cuando eres pequeño sueñas con debutar con el Barça y ganar algun título y hemos conseguido hacer historia siendo el primer equipo que gana dos tripletes. Es una generación única. Esta es la vez que he disfrutado más, es la cuarta, tres con el Barça y una con el Manchester (United) y quizá es la que más porque hemos estado más tiempo sin ganarla. Cuando dejas de ganar, se disfruta mucho volver a ganarla». El central, que ya ganó una 'orejona' con el Manchester United, volvió a ser el alma de la fiesta. Primero, cortando las redes otra vez sobre el césped ayudado por su amigo Bartra: «Me han dejado solo para cortar la red y luego me pedirán un trozo mis compañeros, por eso he cortado tanta». Piqué avisó en la zona mixta de que se iba a desmadrar y cumplió. Primero se fumó un puro en el vestuario, escena que difundió por las redes sociales, y después mostró también en su cuenta de Instagram cómo disfrutaba de la noche con su pareja, Shakira, y unos amigos de la celebración de la 'Champions'.
Neymar regatea líos judiciales
No todos estaban tan eufóricos. «El triplete también es tuyo», recordó Carlos Puyol sobre Andonu Zubizarreta nada más terminar la final. Sonó a loa a un amigo, pero realmente varias de las apuestas del director deportivo funcionaron. El primero Luis Enrique, que tampoco se olvidó de dar las gracias a su excompañero nada más alzar la 'Champions', y también los dos porteros llegados para suplir el tremendo hueco dejado por Víctor Valdés. Claudio Bravo ha sido el 'Zamora' de la Liga y Marc-André ter Stegen ha demostrado la tranquilidad de un veterano pese a que igualó a Fabien Barthez como portero campeón de la Liga de Campeones en el año de su debut. No es menos cierto que Zubi zarretatambién firmó a Vermaelen, lesionado toda la campaña y que apenas ha disputado un duelo oficial sin nada en juego, y a Douglas, ese polémico fichaje que en Berlín se hizo notar por correr por el césped tras el partido con su camiseta puesta y haciéndose una autofoto junto a Neymar, que llevaba una cinta a lo samurái. «Ya pasé muchos momentos maravillosos, pero este es seguramente, el mejor de mi carrera. Es mi partido más grande. Seguro que este día va a quedar para la historia. No voy a parar aquí», avisó el '11' brasileño.
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«No nos estamos dando cuenta de lo que se está consiguiendo», recordaba Iniesta aunque lo cierto es que muchos barcelonistas sí que lo hacían. Para ellos una de sus mayores satisfacciones ha sido ver que el Real Madrid nunca ha conseguido llevarse el triplete, pese a que muchas veces fue el objetivo anunciado por un Florentino Pérez que, seis años después de regresar al cargo, vuelve a estar en la misma situación: pensando en traer jugadores que ilusionen mientras su eterno rival celebra el triunfo en tres competiciones. Es más, en 2009, el equipo blanco le sacaba cinco trofeos a los azulgrana (75 por 70) mientras que ahora están 86 a 82, porque mientras que Pérez sólo ha podido conseguir siete trofeos en Barcelona han sumado 16. Además, en la 15-16 los azulgranas disputarán tres torneos más: la Supercopa de España (ante el Athletic), la Supercopa de Europa (ante el Sevilla) y el Mundial de Clubes. Por tanto, la ventaja en diciembre podría llegar a siete. «Ojalá que esto no pare, hay que ganar más cosas el año que viene y nosotros también queremos más», recalcó Rakitic. Lo mejor es que el equipo es joven y los más veteranos, como un Iniesta que ahora será primer capitán, se siguen marcando nuevos objetivos para mantener el hambre. «Claro que nos quedan retos. Queremos ganar los seis títulos y volveremos a pelear por la Liga, la Copa y la 'Champions'». Insaciables, al punto que los españoles que ganaron el Mundial en Sudáfrica no descartan superar a un Xavi que tuvo «la despedida perfecta» levantando la Champions. «Ni en el mejor de los sueños podría ser tan feliz», confesó
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