Touré Yaya, ídolo citizen y culé, sólo en la vuelta

Respira el Barcelona, suspira el Manchester City. Una sanción de tres partidos por una expulsión ante el CSKA Moscú que ya le impidió jugar los dos últimos partidos de la primera fase de la Liga de Campeones deja cojo al Manchester City en la ida ante el Barça. El equipo inglés se arregló bien sin él para lograr el pase a octavos con dos victorias de prestigio ante Bayern (3-2) y Roma (0-2), pero su peso en el equipo inglés se ha notado especialmente en enero debido a su ausencia por la Copa de África que acabó conquistando capitaneando a Costa de Marfil. El City estuvo cinco partidos sin ganar sin él, cuatro en Liga y quedó eliminado de la FA Cup. Y eso que comenzó la temporada criticado porque se olvidaba de las tareas defensivas, algo imperdonable en un mediocentro.

Y es que el alto concepto futbolístico que tiene de sí mismo fue lo que le motivó a irse del Barça en el verano de 2010 tras tres fantásticas temporadas en las que se ganó el corazón de los barcelonistas por su calidad, potencia y entrega, así como la amistad de sus compañeros, que siempre le valoraron como jugador y persona. No se fue porque Pep Guardiola prefiriera a Sergio Busquets de mediocentro. Tampoco, exclusivamente, porque su representante, Dimitri Seluk, exigiera una ficha económica muy elevada. Touré, simplemente, quería sentirse libre en un sistema de juego, pisar área más a menudo, lanzar faltas y penaltis

En definitiva, él, que acabó solucionando muchos problemas a Guardiola jugando incluso de central en finales, ni siquiera quería jugar de pivote, sino de mediapunta. Se siente un crack mundial, aunque no lo pregone con frases altisonantes, y no le falta razón. Es un jugador único. El Manchester City sí le ha permitido ese rol desde 2010, con un pivote más defensivo a su lado que le cubra las espaldas. Y disfruta. Es una baja importante en la ida. En la vuelta, como sucedió la pasada temporada, será ovacionado en el Camp Nou y abrazado por todos los que compartieron su enorme humanidad.