Un Marino irreconocible cae derrotado ante el Laredo

El conjunto pejino engañó por completo al reforzado entramado defensivo del cuadro gozoniego y consiguió adelantarse muy pronto en el marcador a través de una acción a balón parado originada por la banda izquierda. Iker Torre fue el futbolista que mejor leyó la trayectoria del saque de esquina botado por Isuardi para, a la altura de la frontal del área pequeña, superar a Dennis.

Ya por detrás en el marcador al Marino le tocó adaptarse a un nuevo contexto de juego en el que tuvo que ser más propositivo con el balón. Sin embargo, el conjunto luanquín retomó su versión más dañina ofensivamente cuando apostó por el camino de los contraataques. Los pupilos de Manel Menéndez presionaron con intensidad a la altura del centro del campo para que Guille Pinín recuperase la posesión del esférico y activara la transición más productiva del primer acto. El mediocentro allerano rápidamente buscó a Álex Arias, quien se encargó de alumbrar el ataque visitante con un envío que Isma Cerro en la zona de remate no supo transformar en el gol del empate.

Cuando parecía que se estaba despertando de su letargo el Marino volvió a caer preso de su falta de competitividad en la defensa de las acciones a balón parado. Esta vez, fue el mediocentro Sanmillán quien se anticipó al sistema de marcaje del cuadro gozoniego para atacar el envío de Isuardi a la altura del primer palo y batir a Dennis.

Manel Menéndez dio entrada a hombres como Nacho Matador y César García para cambiar la dinámica de juego que mantenía bajo control el sorprendente colista. Cualquier atisbo de reacción de la escuadra asturiana desapareció con la expulsión de Guaya y la materialización del 3-0 por parte de Vassilakis. Eso sí, ya en el tiempo añadido Óscar Fernández recogió el despeje de un potente disparo de Diego Díaz para al menos no irse tan de vacío de tierras cántabras con la firma del definitivo 3-1.