Justo reparto de puntos en Ganzábal

Comenzó el partido con un Marino bien plantado, ordenado en torno a un claro 1-5-2-3 en el que los hombres de atrás se encargaron de no dejar espacios entre centrales ni a la espalda al delantero langreano. El plan de partido de Manel, basado en la presión para incomodar la salida de balón local, le salió perfecto al técnico marinista hasta el gol de David Iglesias.

Antes ambos equipos lograron fabricar ocasiones de gol sin demasiada claridad. Recién superada la primera media hora, Gonzalo pisó de forma involuntaria a Nino, que se revolvió con un empujón en un enganchón que el árbitro resolvió con dos amonestaciones. Una cartulina amarilla que condicionó al central burgalés, a la postre expulsado. Tres minutos después de ese lance, Trabanco conectó de cabeza con su compañero Miguel Prado, quien con un testarazo ajustado al palo batió a Adrián Torre.

Poco tardó en reaccionar el Langreo. David Iglesias se hizo con un balón en el pico del área y combinó con Álvaro Gómez, que armó un disparo repelido por la defensa. El esférico regresó a los pies del atacante cedido por el Oviedo, que fusiló a Chechu Grana para restablecer las tablas en el marcador antes del descanso.

En la reanudación, el Langreo asumió la iniciativa y comenzó a llegar peligro al marco de Chechu Grana, pero el plan del Marino, inquebrantable durante todo el partido, seguía dando sus frutos. El botín estuvo a punto de aumentarse incluso a balón parado. Lora remató totalmente libre de marca un córner al larguero y Álex Arias recogió el balón rechazado para servir un balón al segundo palo que Miguel Prado no pueda embocar para lograr su doblete.

Poco después, Álex Arias sacó provecho de la presión adelantada marinista para robarle un balón a Gonzalo, que al verse superado se vio obligado a agarrarle cometiendo una falta que desembocó en su expulsión por doble amarilla. Mermado por esa inferioridad numérica, Ángel Rodríguez reaccionó de inmediato dando entrada a Puras y desplazando a Cristian en el eje de la zaga.

Beneficiado por el nuevo contexto de partido, el Marino dio un paso al frente y logró asediar al Langreo, que resistió ante la falta de acierto en el último pase y las imprecisiones del delantero del conjunto luanquín. El reparto de puntos final deja a los langreanos cerca de la pelea por la tercera plaza y al Marino más cerca de culminar su remontada desde lo más profundo de la clasificación hacia la zona tranquila, situado a tres puntos de su rival de ayer y con el 'golaveraje' particular a favor del equipo que dirige Manel gracias a la victoria de la primera vuelta.