Este lunes comienza el juicio por el 'caso Rubiales'. Casi un año y medio después del beso que el expresidente de la Federación Española de Fútbol (FEF) dio a Jenni Hermoso tras la conquista del Mundial y provocó un terremoto y una revolución femenina en ... contra del acoso y a favor de la igualdad, Luis Rubiales se sienta en el banquillo de los acusados. La Fiscalía de la Audiencia Nacional solicita dos años y medio de cárcel para Rubiales. Un año por un delito de agresión sexual y año y medio por otro de coacciones a Jenni Hermoso.
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Rubiales no irá a prisión por besar el 20 de agosto de 2023 a la futbolista sin consentimiento, pero ya se vio obligado a dimitir al frente del fútbol español por el escándalo que dio la vuelta al mundo y ahora será juzgado y sentenciado tras un juicio que se celebrará hasta el 19 de febrero. Jenni Hermoso testificará este lunes, primer día de la vista oral. Rubiales lo hará en las últimas jornadas, al igual que los otros tres acusados: el exseleccionador femenino Jorge Vilda, el exdirector deportivo de la selección masculina Albert Luque y quien fuera responsable de marketing de la FEF, Rubén Rivera. Para ellos el Ministerio Público reclama 18 meses de prisión por coaccionar a Jenni Hermoso y su familia.
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La agresión sexual está tipificada en el Código Penal con una condena de cárcel de uno a cuatro años, mientras que el delito de coacciones es castigado con entre seis meses y tres años de prisión, aunque ambas penas pueden ser reducidas y sustituibles por sendas multas. La víctima también deberá ser indemnizada, según la Fiscalía, con 100.000 euros. En principio, el expresidente de la FEF tendría que pagar 50.000 euros a la jugadora madrileña por el delito de agresión sexual y, «conjunta y solidariamente» con Vilda, Luque y Rivera, compensarla con otros 50.000 por el de coacciones.
«No tengo ni la posibilidad de pagarme una Coca-Cola. Tengo todas las cuentas de aquí y de España bloqueadas», llegó a asegurar Rubiales el pasado mes de abril, durante una entrevista en la República Dominicana. Allí viajó para 'buscarse la vida' tras ser imputado en el llamado 'caso Supercopa', por los presuntos delitos de corrupción en los negocios, administración desleal, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal.
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Rubiales ha vuelto a vivir a Granada, desde donde aguarda la celebración de un juicio de un calado tan mediático que la Audiencia Nacional decidió trasladar, de la capital, a la sede de San Fernando de Henares. Jenni Hermoso llegará a la localidad madrileña para declarar procedente de México, donde reside la futbolista del Tigres de 34 años. Entre las jugadoras que prestarán declaración como testigos, de forma telemática desde Barcelona, están Alexia Putellas e Irene Paredes, compañeras de selección de la víctima. Incluso el seleccionador Luis de la Fuente ha sido citado como testigo, al igual que la seleccionadora femenina, Montse Tomé, a petición de la defensa de Rubiales.
Según la Fiscalía, como consecuencia del beso en los labios que propinó Rubiales a Jenni Hermoso «contra su voluntad», la capitana de la selección española sufrió «una situación de hostigamiento que le impidió desarrollar su vida en paz, tranquilidad y libremente». «Los hechos crearon en Jenni Hermoso una situación de ansiedad e intenso estrés, que se prolongó durante varios meses después» y «la situación de hostigamiento de los acusados hacia ella cesó cuando Luis Rubiales fue suspendido provisionalmente por la FIFA el 26 de agosto de 2023», recordó la Fiscalía en su escrito de acusación.
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También desveló la Fiscalía que Albert Luque acusó a Jenni Hermoso «de mala persona, deseándole que se encuentre muy sola en la vida y anunciándole que se alegraría si eso sucediera». «No se me respetó en ningún momento, ni como jugadora ni como persona», reconoció Jenni Hermoso durante su declaración ante la fiscal de la Audiencia Nacional en octubre de 2023. La máxima goleadora en la historia de la selección decidió denunciar a Rubiales «porque era lo correcto, lo que se tenía que hacer para que todas las demás circunstancias que han sufrido muchísimas mujeres no llegaran a algo mucho más serio», según aseguró Jenni Hermoso en el documental '#SeAcabó: Diario de las campeonas'.
Podría servir de atenuante a Rubiales que finalmente llegó a pedir perdón por su beso, después de haber llamado «idiotas», «estúpidos» y «tontos del culo» a quienes le criticaron por su abuso de poder frente a Jenni Hermoso y su actitud machista. El caso es que lo que el exdirigente granadino calificó como «un pico entre dos amigos celebrando» se lo ha llevado por delante y amenaza con acarrearle consecuencias penales.
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