El juez del caso Rubiales, durante la declaración de Montse Tomé: «¿Le pegamos para que responda lo que quiere?»

La quinta sesión del juicio contra Luis Rubiales ha contado con la declaración de la asturiana Montse Tomé. La actual seleccionadora —segunda de Jorge Vilda cuando se produjo el beso del expresidente de la Federación Española de Fútbol a Jennifer Hermoso— se ha sentado frente al juez José Manuel Clemente Fernández-Prieto como testigo, una condición que el magistrado tuvo que recordarle en varias ocasiones a la fiscal y a la abogada de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE).

«Hay preguntas que no entiendo», llegó a decir Fernádez-Prieto después de considerar improcedentes varias cuestiones realizadas sobre la los motivos que le llevaron a no convocar a Jenni Hermoso y sobre la asistencia de la asturiana a la asamblea en la que Luis Rubiales voceó aquello de «No voy a dimitir». Tomé reconoció que Jorge Vilda le dijo que tenía que asistir a ese evento en el que ella se sintió «incómoda».

La abogada de la AFE cuestionó que Montse Tomé no pusiera en marcha el protocolo contra el acoso tras el beso de Rubiales. El magistrado no dio tiempo a que la asturiana respondiese. «¿Estamos acusando de algo a la testigo?», achacó.

Posteriormente le interpeló sobre el comunicado en el que Tomé se posicionaba del lado de la jugadora. «Pero en ese caso tampoco propone que se active el protocolo», volvió a arremeter la abogada, lo que desencadenó una de las respuestas más llamativas del juez Fernández-Prieto: «¿La pegamos para que responda lo que quiere?».

Más allá de lo anecdótico, Montse Tomé declaró en el juicio que no convocó a Jenni Hermoso «porque deportivamente no estaba en condiciones». «Estábamos viviendo una situación y ella en concreto muy desagradable. La presión mediática que estábamos teniendo me hizo tomar la decisión y creer que había otras jugadoras en mejores condiciones», ha detallado Tomé.

Cuarenta años de trayectoria dentro de la judicatura —35 como magistrado— avalan a José Manuel Clemente Fernández-Prieto González. Conocedor de la relevancia mediática, el juez del 'caso Rubiales' está llevando las sesiones con firmeza. «¡Por favor, mi paciencia está llegando a un límite! ¡Basta ya de esas contestaciones! ¡Quiero saber las cosas con claridad, no con chulería!», le espetó la pasada semana martes al asturiano Pablo García Cuervo después de que el que fuera director de Comunicación de la Federación Española de Fútbol insinuase que la abogada de la acusación particular no se había preparado el juicio.

El seleccionador masculino, Luis de la Fuente, también se llevó una reprimenda del magistrado. «Usted viene a hablar de lo que se le pregunte», le aclaró después de que intentase esquivar una cuestión.

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