Javi Porrón: un adiós antes de tiempo

Javi Porrón, graduado en Economía, regenta desde hace años el negocio familiar, la Confitería Ovetus. Por norma general, se levanta a las seis y media de la mañana, aunque en campañas especiales le toca madrugar un poco más. Hasta el mediodía se encarga de controlar las tiendas, repartos, trato con clientes, proveedores o campañas... Come, descansa media hora antes de ir a entrenar a la Villa y a la vuelta repasa el día y se prepara para el siguiente hasta las once de la noche.

«El fin de semana estoy más relajado, porque ya lo dejo preparado y tengo para desconectar la tarde del sábado y domingo, aunque no me libro de madrugar antes de ir a entrenar o jugar», explica

Desde que anunció su retirada este pasado domingo, coincidiendo con el último partido del curso del Lealtad en Les Caleyes, le han escrito centenares de amigos, compañeros y mucha gente de fútbol.

«Valoro mucho que se acuerde de mí gente con la que compartí vestuario hace años. Con algún vídeo llegaron a sacarme las lágrimas», señala Porrón, que reconoce que los mensajes que más le emocionaron «fueron los de compañeros de la época buena del Lealtad. Jorge Fernández, Álex Blanco, Pantiga, Jon Carrera, Mauro... Gente que no hablas con ellos en el día a día, pero que me hicieron recordar buenos momentos. También amigos míos como Javi Sánchez o Isra, aunque con ellos al tener trato diario es diferente».

Ahora cuelga los guantes en el Lealtad, el equipo más importante de su carrera, con el que ha jugado más de trescientos partidos en Tercera y Segunda B, logrado tres permanencias en la categoría de bronce, dos títulos de liga en Tercera, una Copa Federación y tres premios al portero menos goleado de Tercera.

Javi Porrón recuerda que el crecimiento del club fue muy rápido: «Pedrín y Fran fueron los que tiraron de aquello en los años más difíciles. Esas dos temporadas de despegue fueron inesperadas y da gusto recordarlas». Ahora se va con regusto amargo después de esta temporada en la que no consiguieron jugar la fase de ascenso. «Fue un año realmente malo, la pasada temporada estuvimos a un gol de ascender y hubiera sido todo distinto, pero el fútbol son ciclos», apostilla.

El cancerbero tiene claro que el mayor cambio en el fútbol de quince años para acá fue «la profesionalización. En el Colloto entrenábamos en arena y el entrenador de porteros iba solo dos días. Ahora hay mayor formación, más medios, aunque echo de menos mayor capacidad de sacrificio y valores, pero será cosa de las nuevas generaciones».

La próxima temporada se echará en falta a un clásico como Javi Porrón, que comenzó jugando en las categorías inferiores de la Peña Marigil, Real Oviedo, Astur, Oviedo ACF y Real Avilés Industrial, antes de pasar por el Pumarín, Colloto, Universidad de Oviedo, Rayo Majadahonda, Pinatar, Cudillero, Lealtad -ocho temporadas consecutivas-, Marino, Caudal y las dos últimas campañas de nuevo en el Lealtad.